Iniciamos un viaje a través del tiempo. Nos introducimos en un túnel que nos conduce marcha atrás para conocer la historia como si la viviéramos en este momento, porque las siguientes historias sucedieron en el pasado, pero son casi iguales a las que acontecen hoy, y es casi seguro que el futuro escribirá en el libro de la Historia nuevas, pero parecidas y bochornosas páginas. Es parte de la condición humana: pasión por mandar, codicia por poseer; la que, a falta de escrúpulos, no hace tan distintos al duque de Lerma, Baldomera Larra(1) o los hermanos Guerra.
Retrocedemos por el túnel del tiempo, entramos en el siglo XX, con muchos y vergonzosos casos, que están aún, más en los periódicos que el los libros de Historia, y seguimos por el siglo XIX. Este siglo tiene muchas paradas, pero conviene detenerse en la que hay en su segunda década.
Reina en España Fernando VII. No es de extrañar que una vida corrupta e inmoral como la que mantuvo siempre tuviera paralelo en su camarilla. Fernando, traidor a la patria tiempo atrás, ahora rey, pese a sus defectos, quiere mantener íntegra la españolidad de las tierras americanas. Es preciso enviar tropas y, para ello, son necesarios buques. El ministro de marina, José Vázquez Figueroa, hombre cabal, patriota y honrado propone la reparación de la flota, que se encuentra en mal estado, y la adquisición de algunos barcos anclados en el puerto de Burdeos. El rey acepta la propuesta, pero sólo de momento. Los interesados y corruptos miembros de su camarilla le hacen cambiar de parecer. Rusia conoce las necesidades españolas, y tiene una pequeña flota en Lisboa. Está fondeada allí desde que quedó inmovilizada cuando Inglaterra, aliada interesada de España frente al francés, bloqueó el puerto lisboeta. Lleva mucho tiempo atracada y los cascos de los barcos están medio podridos; pero eso es lo menos importante. Lo primordial es llenar bien los bolsillos. A todos interesa el negocio. Rusia vende los barcos. Los parásitos del rey cobran suculentas comisiones, y de paso en América, a donde las tropas no llegan, los insurgentes tienen las manos libres. Sí, a todos interesa, menos a España. Los barcos no sirven para nada. El ministro Vázquez protesta. El rey le cesa. Liberales y masones, partidarios de la emancipación americana, propician el golpe de Riego. Es éste protesta contra el absolutismo fernandino, pero también apoyo a la emancipación americana, que no tarda mucho en llegar.
Lisboa. Torre de Belem. |
Pero el paso por este instante de la historia termina. El túnel del tiempo es largo y seguimos retrocediendo.
Vestidos con jubón y gorguera, nos asomamos para ver lo que está sucediendo en 1610. Un personaje domina la escena. Es don Francisco Gómez de Sandoval, el valido del rey. Cuando logró ganarse la confianza del monarca era marqués de Denia, pero debió parecerle poco título, y en 1599 ya se había convertido a sí mismo duque. Y claro, cómo siendo él marqués y duque iba a dejar a la familia sin honores que engrandecieran aún más su linaje: hermanos, cuñados y todo pariente próximo o lejano recibieron favores primero y siguieron el ejemplo del marqués después. Bien situado el duque junto al rey, firmando como si él lo fuera, sólo le faltaba saciar su desmedido apetito por el dinero. Compró fincas, casas y palacios en Valladolid. Ahora era preciso encontrar compradores e inquilinos. Y qué mejor manera de encontrarlos, de aumentar la demanda de viviendas en la ciudad, que llevando allí la corte. Dicho y hecho, el 10 de enero Madrid deja de ser la capital de España. Al día siguiente, Felipe III, abúlico, despreocupado de los asuntos de Estado y depositada su confianza en el duque de Lerma, se traslada a Valladolid. Detrás va llegando la corte, y con la corte, subalternos, artistas, vividores, mendigos, que van ocupando, según su categoría, las fincas del duque.
Valladolid |
Terminado el negocio, vuelta a Madrid del rey, la corte, los subalternos, artistas, vividores, mendigos y demás satélites reales. Valladolid ha sido la capital de España durante casi seis años. Es el comienzo del fin para el duque. La reina con la ayuda del confesor del rey, éste único servidor de la realeza no impuesto por el valido, comienza el acoso a don Francisco, pero al fin éste salva el pellejo. Pide al papa lo cree cardenal. Accede Paulo V, y con un solideo rojo sobre la cabeza la salva, retirándose a su palacio de Lerma. Peor suerte corre Rodrigo Calderón, lugarteniente del antiguo valido que, tras infame proceso acusatorio instigado por el Conde Duque de Olivares, a decir de algunos autores, justo juicio y condena según otros, es ahorcado en la plaza Mayor de Madrid. Del nuevo cardenal, el pueblo siempre ingenioso y atrevido con el caído en desgracia va diciendo:
Por no morir ahorcado
el mayor ladrón de España
se vistió de colorado.
En el túnel del tiempo otra vez, retrocedemos un poco más. Nos asomamos al siglo XV y vemos cómo Isabel la Católica trata de poner orden y hacer honor al título de católicos, que los reyes españoles han recibido hace poco. América ya está descubierta. Cristóbal Colón está a punto de comenzar su tercer viaje. Se ultiman los preparativos. Y los hermanos Guerra participan en ellos. Viven en Sevilla, en el barrio de Triana. Se dedican a fabricar bizcochos, unas adecuadas provisiones para las carabelas de la expedición.
Sevilla. Puente de Triana |
El obrador de los hermanos Guerra trabaja a pleno rendimiento y éstos logran llenar las bodegas de los barcos con sus bizcochos. Pese a su buena suerte, aspiran a más. En el futuro participarán activamente en las expediciones al Nuevo Mundo. En una de ellas, Cristóbal, uno de los hermanos, encuentra un gran yacimiento de perlas. Vuelve rico a España, él y el piloto del barco, que deciden guardar para ellos la ubicación del tesoro. Pero Cristóbal es egoísta, de una codicia desmedida. Denuncia al piloto que resulta condenado y se hace de nuevo a la mar. Los resultados no son los esperados. Vuelve a España, con los bolsillos vacíos, sin perlas, pero con las bodegas de sus barcos llenas de esclavos. El beneficio es grande tras la venta, aunque la alegría dura poco. La reina Isabel, enterada del tráfico humano, monta en cólera. Obliga a devolver el dinero a los compradores y la libertad a los indios esclavizados. Y Cristóbal acaba entre rejas. No será por mucho tiempo. Una vez libre Cristóbal Guerra reincide. Es un negocio muy lucrativo y no está dispuesto a perderlo. Consigue una licencia para preparar una expedición transatlántica. Cómo condición debe llevar frailes, tan necesarios para la evangelización. Él por su parte exige poder capturar indios. Se acepta su exigencia, sólo en parte, porque deben ser prisioneros, indios que hayan atacado a las fuerzas españolas. Cristóbal se frota las manos. Deja a los frailes y se dispone a capturar incautos indios. Pero los dóciles indios se tornan valerosos guerreros. Una lluvia de flechas cae sobre Cristóbal. Cuando los capture ─piensa─ nadie podrá decir que no se han enfrentado a los españoles. Y así es, ni siquiera él lo podrá decir. El certero disparo de una flecha india se hunde en el cuerpo de Cristobal. Ya no volverá a España.
(1) De Baldomera Larra, la aplicada hija del escritor Mariano José de Larra, se cuenta su indecente estafa piramidal en el artículo “Dos hermanas”.
Hoy el tejido de color COLORAO, subiría en Bolsa. por tanto consumo por sastres y modistos, para vestir a tantos "premiados" por la justicia (y los que no)que son meritorios, para vestirlo.
ResponderEliminarAfectuosos Saludos.
Monsieur, veo que eso de la corrupción no es un invento moderno, sino que viene de antiguo. Difícil será erradicar costumbres tan arraigadas.
ResponderEliminarAl menos a veces la historia tenía un final justo, pero una tiene la sensación de que ser corrupto, en general, incluso compensa. Será por eso que hay tantos.
Feliz fin de semana
Bisous
Gran y buenísima recopilación de historias del "ansia viva". Sacar a bolsillos llenos, sin importar de donde ni a quien. Hasta al "narizotas" le quitaron, por no saber en quien delegar.
ResponderEliminarPero, amigo mío, la Historia sigue, y sigue...No aprendemos.
La corrupción parece que es una lacra que nos acompaña a lo largo de los siglos, además se va haciendo más sofisticada según los controles para sofocarla se hacen más pertinaces.
ResponderEliminarSobre su magnífica entrada vendría que ni pintada una frase de Emma Goldman que viene a decir "La corrupción de la política no tiene nada que ver con la moral, o la laxitud de la moral, de diversas personalidades políticas. Su causa es meramente material." y es que el poder y el dinero siempre han corrompido desde el principio de los tiempos... que se lo pregunten a Judas.
Felicidades por su magnífica entrada.
Notables casos de corrupción en nuestra historia pasada y venidera, por no hablar de la presente. Imagino a miles de coloraos por las calles, yates y plazas.
ResponderEliminarDebe ser que el pecado de la avaricia es ancestral y altamente contagioso.
Un saludo.
Y menos mal que ahí paraste, si seguimos viajando hacia atrás, acabarías por demostrar que los hombres de las Cuevas de Altamira eran unos corruptos que traficaban con sus pinturas rupestres.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este repaso por la corrupción patria a través de los tiempos. Lo malo es que poco o nada hemos cambiado. Genio y figura.
Un abrazo.
Nos paseamos a través del tiempo y siempre ha habido y habrá el tema de la corrupción, por aquí llevamos como un año con este tema los contratos de construcción autorizados por el gobierno, un tema difícil que hace mucho hablar.
ResponderEliminarAbrazos y buena documentación.
Hablar de Fernando VII el [In]deseado me enferma. El más lamentable de todos los Borbones, con diferencia, ¿o la peor sería la obesa de su hija? ¿Su padre, tal vez? Bueno, mi animadversión por esa familia es evidente.
ResponderEliminar¡Barcos rusos podridos!
Dicen que la historia es necesaria para aprender de los errores pasados. Por lo visto no somos buenos aprendices puesto que no sólo no los hemos corregido sino que los hemos aumentado. Saludos
ResponderEliminarAmigo, la corrupción va desde que nació el primer hombre y a estas alturas hallar hombres íntegros es como buscar una aguja en el pajar, aunque los hay , gracias a Dios.
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog , dos años largos llenos de cosas buenas y menos buenas
Te dejo un beso de ternura para cada mejilla por cada año de vida de mi blog
Sor. Cecilia
El ilimitado egoísmo humano no conoce el tiempo. Somos una especie depredadora y como tal impera la "ley de la selva" por muy cabales y sofisticados que nos mostremos a veces.
ResponderEliminarMuy biern traído el caso de los hermanos Guerra. Y lo digo por la próxima fedstividad de la Hispanidad el 12 de octubre que, todo sea dicho, no sé qué es realmente lo que se festeja porque no solo fueron los hermanos Guerra quienes se apropiaron de la riqueza material de América, sino todos los españoles que fueron a aquellas tierras en esa época, conquistadores, especuladores, frailes y oportunistas. Fray Bartolomé de las Casas nos lo explica muy bien en su obra como sabrás. Incluso mucho mejor (adoro la obra) nos lo cuenta Bernal Díaz del Castillo en su obra "Verdadera historia de la conquista dél Nuevo Mundo" del siglo XVI, soldado que vivió en primera persona junto a Cortés, los atropellos cometidos por los españoles ávidos de riquezas, poder y ambición.
Me ha encantado tu entrada. Aprovecho para felicitarte por la fotografía del puente de Triana. Entiendo que es tuya, y me ha parecido espectacular, tanto la perpectiva como la composición.
Un placer leerte, Dlt.
Un beso.
Igual que piensan otros comentaristas -no hay nada nuevo bajo el sol- pero gusto da leer tus artículos.
ResponderEliminarUn abrazo.
No aporto más que los anteriores, solo que se constata como en los aledaños del poder y con la connivencia de los poderosos o la pasividad, florecen corruptos por doquier, pardiez.
ResponderEliminarUn abrazo.
El sino de España, un país de corruptos y mangantes que nos han llevado siempre a la ruina y que lo siguen haciendo: Lermas, Fernandos VII, Felipes Gonzalez, Alfonsos Guerra, Pepiños....todos con los bolsillos llenos mientras el pueblo sufre sus desmanes.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola amigo valenciano, estupenda entrada, tanto por su temática como por la gran redacción que sale de tu teclado.
ResponderEliminarSabía los dos primeros casos de maldad, porque es maldad, más que golfería. Bochorno y asco ante aquella burla de la Rusia zarista, en esos tiempos mucho más atrasada que España. ¡Hasta esos se reían de nosotros!
Lo de Sandoval no tiene nombre con el asunto de Valladolid. El muy malvado logró refugiarse en el cardenalato. ¿Cómo sería su conciencia cuando leía el cristiano mandamiento de NO ROBARÁS?
El tercer caso lo desconocía, aunque sé que Colón tuvo problemas y fue preso y enviado a España y desacreditado. La flecha del indio hizo justicia ante aquél miserable ladrón que sea provechó de los viajes colombinos.
Saludos DLT, y muy buena y amena entrada.
Así es nuestra condición humana. En medio de ovejas blancas algunas negras que ensucian el buen nombre de sus conciudadanos.
ResponderEliminarLa ambición, el poder, la codicia, la avaríacia anidan dentro de todos pero unos se dedican a ejercer y los otros logran vencerla afortunadamente para el bien de la mayoría.
Un buen post excelentemente documentado.
Bss
Son pequeñas motas de grasa de todo un vestuaria histórico manchado de corrupción y codicia. Me ha gustado mucho la historia de la flota de Fernando VII y su arpía camarilla. ¿Habrá más post corruptos? Un cordial saludo.
ResponderEliminarLa condicion humana es asi, los politicos son los peores, son elegidos por el pueblo y no dudan en robarlo. En España hoy tenian que hacer como en América en el caso Madoff, le quitaron todas sus pertenencias (casas, obras de arte...) y las vendieron para recuperar una parte del dinero, en España los politicos no hacen nada pues serian los primeros en devolver parte de su patrimonio .
ResponderEliminarUn beso y feliz fin de semana
Hola Marques:
ResponderEliminarVeo que en cuestiones de ganar algo extra, no han cambiado las formas durante años...siglos...
Ya me imagino en la noche de los tiempo del IV mienio, lo que diran de estos años del siglo XXI...
Saludos
Bien podría habernos librado Napoleón de Fernando VII, nos habríamos ahorrado una página lamentable de nuestra historia. Parece que la corrupción la tenemos inoculada y no nos podemos desprender de ella, ya que es una constante que sigue y sigue.
ResponderEliminarEs muy lúcido su planteamiento. Y ante esto, los casos expuestos, creo que es justo mantener un moderado pesimismo antropológico. Con todo hay épocas que han sido verdaderamente escandalosas en este sentido.
ResponderEliminarSaludos.
De aquellos barros vienen estos lodos.
ResponderEliminarApenas hemos cambiado con el tiempo.
Este siempre ha sido un país de chorizos y también de buena gente.
Un saludo.
Una entrada necesaria, dlt: conviene tener en cuenta que "esto" no es cosa de ahora, aunque no por ello debamos dejar de tratar de evitarlo. Me has recordado otro caso sangrante: la Estación del Norte en Madrid... ubicada en el suroeste y no por motivos estratégicos precisamente. ¡Y cuando hablabas de los hermanos Guerra pensaba en casos más cercanos en el tiempo! jejeje
ResponderEliminarAbrazos
Un entrada interesantísima, un entrada muy actual a pesar del viaje en el tiempo que nos propones...la corrupción es inherente al poder, hoy en día nos envuelve con más fuerza y desverguenza que nunca, pues aún disponiendo de mecanismos que pueden castigar al corrupto ya se encarga los corruptos de seguir manteniendo los privilegios de antaño que no nos permiten castigarlos...Una entrada que me invita a una reflexión intemporal sobre la corrupción y el poder...Un abrazo
ResponderEliminarMagnifica entrada en la que narras y demuestras que la corrupción es algo endémico en nuestra historia y en nuestra sociedad, algo que nos acompaña en los tiempos.
ResponderEliminarPd. Respecto a tu comentario en mi blog sobre Truman, tienes toda la razón, la losa de las bombas atómicas pesara durante toda la vida de la humanidad sobre el, la muerte de miles de inocentes no tienen justificación moral ninguna, por muy honrado que fuera después de su mandato.
Un abrazo.
Dotado de hermosura su testimonio en el tiempo son muy buenas las fotos
ResponderEliminarUn cordial saludo de José Ramón desde…
Abstracción textos y Reflexión.
Veo que las corruptelas españolas ya vienen de lejos. Interesantisima entrada la de hoy amigo. Espero y supongo que habra más, tenemos historia para ello.
ResponderEliminarUn saludo
Eterna, la corrupción existe desde que el hombre es hombre de eso estamos más que seguros. Es curioso esta semana leía un articulo de la revista historia sobre este tema y los casos se suceden a lo largo del tiempo y de los países.
ResponderEliminarTremendamente interesante como siempre tus entradas
Un beso y buena semana
Ahora estos personajes visten traje y corbata y se les llama "inversores" pero siguen siendo lo mismo que eran... especuladores sin excrúpulos... una gran recorrido por la historia de la corrupción patria.
ResponderEliminarInteresante y bien narrada esta historia de corruptelas y codicia, en la que se demuestra que el ser humano en esencia,sigue siendo el mismo.
ResponderEliminarUn gusto leerte y aprender.
Un abrazo
Quiero sea una despedida personal con solo seis amigos más afines.
ResponderEliminarSeguiré leyendote aunque tu no te enteres.
Un fuerte abrazo y te deseo todo lo mejor.
manolo
Gracias amigo por reírte de mi chiste, yo me he alegrado de que me dijeras que ellas se quedaran solteras, no está mal tu ocurrencia. y también me he sentido contenta. Te dejo mi ternura
ResponderEliminarSor.Cecilia
Hola y chau, como decimos los argentinos cuando estamos apuradísimos. Mi querido amigo. No sé si sabes que ando de viaje, pero por el NE de mi país, esta vez. Tomo la notebook cuando hay internet o funciona. Prepárate para acompañarme en este viaje que seguro te encantará
ResponderEliminarQuiero avisarte que en mi Blog Poemas en flor se ha publicado automáticamente, porque he dejado entradas programadas, un poema inspirado en el nombre de tu Blog. Hubiese querido avisarte antes. Tu entrada merece ser leída con calma. A mi regreso en poscos días lo haré con gusto. Un abrazo, amigo¿Nos vemos en el camino?
La vil corrupción mancha las conciencias y las manos desde muy antiguo, sin que a sus protagonistas se les remueva ni una pizca sus conciencias. Ahí está el problema de ahora y de siempre: enriquecerse sin avergonzase, unos sinvergüenzas, vamos.
ResponderEliminarSaludos
Está en nosotros, parece, grabado en nuestro código genético. Me pasa como a Dissortat, que oigo nombrar a Fernando VII y me pongo de mal humor...y todavía me molesta más el cese de su ministro, ¡cuántos buenos vasallos no han tenido nunca buen señor! No conocía la historia de los hermanos Guerra, parece que esos lo llevan más en el código genético que los otros...(Guerra me apellido yo también, de segundo, jeje)
ResponderEliminarUn besazo, dlt, me encanta como cuentas las cosas :)
Ah...me encantan las fotos
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