AVERÍGÜELO VARGAS

    Así le decía Felipe II a su consejero, don Francisco de Vargas Mejía, cuando necesitada saber el estado de algún asunto peliagudo. Francisco de Vargas había nacido en Madrid en 1484. De notable familia, fue persona de gran influencia en la corte, perteneció al Consejo de Castilla con el emperador Carlos I, del que fue mano derecha, y después sirvió a Felipe II. Con el “Rey Prudente” desempeño importantes misiones diplomáticas. Tantas veces fue requerido por el rey con dichas palabras para indagar y resolver todo tipo de cuestiones, que la frase acabó usándose en los escritos en los que se solicitaba un informe, y después acabó siendo adoptada por el lenguaje para expresar situaciones en las que es muy difícil conocer algo y no merece la pena el esfuerzo dedicado para averiguarlo. Pero don Francisco sí dio respuestas a las cuestiones que su señor le formuló y, tras larga vida de servicio a España, se retiró y murió en el convento toledano de Sisla en 1560.

Aposentos de Felipe II en el Escorial. Desde allí el Rey Prudente
dirigía los reinos españoles.

    Don Francisco de Vargas fue un alto funcionario del reino, y aunque se dedicara a investigar lo que se le ordenaba, a desempeñar misiones en el extranjero, no puede ser considerado un espía; sin embargo, con el paso del tiempo la dedicación exclusiva a menesteres parecidos ha convertido el espionaje en oficio.

    Las naciones crean agencias para saberlo casi todo de los demás, y sus empleados se dedican a ello de modo muy... profesional, pero no siempre fue así. Sea cual sea la opinión que de los espías se tenga, lo cierto es que en cualquier conflicto se han utilizado sin ningún tipo de consideración moral. Napoleón Bonaparte usó de sus servicios, pero no se privó de decir: "Un espía es un traidor natural"; y su consideración por el público ha basculado entre el desprecio por la deslealtad y la admiración por el riesgo al que se someten.

   Admirado y odiado a partes iguales Sidney Reilly puede considerarse como un auténtico profesional. Todo en Reilly es enigmático. No se sabe donde nació, su vida fue un continuo secreto y su muerte un misterio. Por ello, quizás, dejó escritas unas memorias. Qué tienen de cierto, qué de leyenda es difícil saberlo. No todos sus biógrafos coinciden. Parece que él mismo decidió que lo ignoráramos casi todo de su vida.

    No es seguro que naciera en Rusia, ni siquiera el apellido con el que es conocido es el suyo. Cambió el verdadero, Rosenblum, por el de Reilly poco después de cumplir los veinte años cuando descubrió que su padre era un médico vienés de ascendencia judía, que había dejado embarazada a su madre antes de casarse con el oficial ruso con el que convivían.

    El descubrimiento hecho y su ascendencia judía le hicieron huir. Estando en Sudamérica fue reclutado por los servicios secretos británicos. Esa, al menos, dice una de las versiones que sobre la vida del espía se ha difundido, porque otra lo sitúa en París viviendo lujosamente de las rentas de un negocio de fármacos que regentaba, y del que pudieron salir los venenos que se usaron para dar muerte al rico primer marido de Margaret Callaghan, que a los cuatro meses de enviudar contrajo matrimonio con Reilly, que comenzó a disfrutar de la cuantiosa fortuna que Margaret había heredado de su difunto marido. A partir de ese momento, más aún que antes, y hasta su muerte, protagonizó una vida novelesca: bígamo, mantuvo a su primera mujer, Margaret, o quizá se dejara mantener por ella, mientras contraía matrimonio en Rusia con la condesa Massino. A estas alturas, el caudal de información en su poder sobre las actividades alemanas durante la Primera Guerra Mundial, a disposión de quien lo comprara, era tan grande que todo se le toleraba. Obtenía planos militares, información de movimientos navales, movimientos de tropas. La caída del zarismo y el ascenso de los bolcheviques supuso para Reilly un nuevo encargo: el secuestro de Lenin y la aniquilación del régimen comunista. El plan fracasó. Reilly logró escapar; pero el gobierno bolchevique quedó sobre aviso.

    En Inglaterra, divorciado de la condesa rusa, quiso mantener su condición de bígamo. Volvió a casarse. Ahora con Pepita Bobadilla, una conocida actriz sudamericana, según las crónicas, que en realidad había nacido en Hamburgo con el nombre de Nelly Louise Burton, y que más tarde publicaría las memorias que Reilly había escrito.

    Mientras, siguió tratando de derribar el régimen comunista. En 1925, en contacto con disidentes rusos, volvió a Rusia. No se le volvería a ver. Si se convirtió en agente soviético, si fue apresado y torturado por el régimen comunista o muerto por militares, como dijo su tercera esposa, Pepita Bobadilla, nadie lo sabe. Lo cierto es que el caso se cerró con la publicación de una esquela en la prensa anunciando su fallecimiento el 28 de septiembre de 1925, que muchos no creyeron, con razón, porque uno de los pocos hechos confirmados sobre la biografía del llamado “As de espías” es la de su ejecución en Moscú el 5 de noviembre de 1925, más de un mes después de la publicación de su esquela mortuoria.

    Si siempre se han hecho muchos esfuerzos por descubrir los asuntos del enemigo, no han sido menores los dedicados a impedirlo. Por ello al oficio de espiar se opone el contraespionaje.

   Durante la Gran Guerra, en enero de 1917, la sala 40 del Servicio de Inteligencia Naval británico interceptó un mensaje cifrado. Impreso en papel resultó ser un montón de números distribuidos en grupos  de varias cifras. Pero aquel mensaje no iba a ser uno más de las docenas de mensajes interceptados cada día por los servicios secretos. Aquél mensaje podía ser la causa de una declaración de guerra.

   Las potencias centrales, mantenían un doble frente ante la triple entente: por oriente ante Rusia, por occidente se enfrentaban a Francia, con el apoyo de Gran Bretaña. La incipiente y eficaz arma submarina alemana estaba decidida a cortar la ayuda que Inglaterra recibía por mar. Cada mes el tonelaje de buques mercantes llevado a pique por los torpedos alemanes superaba al del mes anterior. Pero el hundimiento del Lusitania, en mayo de 1915, con súbditos norteamericanos a bordo, cambió las cosas. El presidente Wilson exigió respeto a sus buques. Alemania no quería más enemigos. Al menos sin ayuda. Se plegó, de momento. Sin una marina libre, que pudiera atacar a cuanto flotara sobre las aguas atlánticas que no llevara bandera alemana, el frente occidental se complicaba.

   Alemania buscó una solución. El caso es habitualmente omitido al hablar de las causas por las que el gigante americano entró en la contienda, pero existió.

Aspecto aproximado que ofrecían las series numéricas del telegrama. Recreación.

    El mensaje descubierto por la sala 40 de los servicios secretos británicos llevaba la firma de Arthur Zimmerman, ministro de Asuntos Exteriores alemán. Iba dirigido vía Estados Unidos, que tenía a gala no interceptar los correos diplomáticos ajenos, al embajador alemán en México y el contenido, descifrado por los ingleses, una auténtica bomba: proponía a México que declarara la guerra a los Estados Unidos para recuperar los territorios perdidos casi setenta años antes por el tratado de Guadalupe Hidalgo tras la lucha entre los dos países, en tiempos de Santa Anna. Prometía que Alemania le prestaría toda la ayuda necesaria y que no se vería sola, pues Japón atacaría la costa occidental de los Estados Unidos. Pero el telegrama se hizo público. México, también Japón, negaron su autenticidad. Zimmerman pudo negarlo también. No lo hizo. Sorprendentemente se declaró autor del mensaje. Así, el poder norteamericano se mantenía prisionero en su propio continente. Al fin la publicidad del asunto desbarató lo que quizás de ningún modo hubiera ocurrido. Carranza, el presidente mexicano, declaró la neutralidad de su país. Estados Unidos podía poner su vista en Europa sin necesidad de mirar de reojo hacia sus fronteras.
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27 comentarios :

  1. Vaya parece que el señor Reilly fue 001.
    Bromas aparte este tema del espionaje es terriblemente interesantes, me pregunto cuantos hechos históricos serían los mismos sin ellos

    Un beso

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  2. Averígüelo Vargas las incógnitas de Reilly y la Bobadilla, por cierto que nombre tan español se puso Pepita.

    Lo de México no deja de tener sentido pues son las fechas de la expedición punitiva norteamericana buscando a Pancho Villa y sus hombres que duró once meses por territorio mexicano, tras el ataque de Villa en territorio de EEUU a la ciudad de Columbus en marzo de 1916.

    Un abrazo, me ha encantado la entrada.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. ¡Hola amigo! recién me estoy reintegrando de a poco a la actividad y con los cinco Blogs que tengo, es "un trabajito" más si, en unos días parto de nuevo. Quisiera explayarme más. Escríbeme un e-mail y te daré la primicia en la que estás involucrado.
    No te asustes, en automóvil no puedo llegar a Valencia. Bromas aparte, te diré que me ha encantado esta entrada, porque todo lo que tiene que ver con el espionaje, atrapa y en tu caso, ilustra. Un abrazo, DLT. ¡Nos vemos en el camino o en algún cuento!

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  5. "Ya me gritaron mil veses
    que me regrese a mi tierrá
    porque aquí no quepo yo
    quiero recordarle al gringo
    quiero recordarle al gringo
    yo no crusé la frontera
    la frontera me crusó"

    :D

    Eso cantan Los Tigres del Norte, órale pues, bien padres, jaja. No me parece mal plan el de Zinmerman, el sentimiento en México sigue siendo muy intenso y entre los inmigrantes ilegales de California, Arizona , Nuevo México y Texas ya ni hablamos. Sienten que esa siempre ha sido su tierra :)

    Siempre cuentas historias apasionantes que se vuelven mucho más apasionantes por la manera en que las cuentas. Es un don

    (El título del post me ha hecho mucha gracia. No sabía quien era Vargas tampoco, pero la mujer de mi hermano(que es californiana, hija de española y francés y habla un español impecable con mexicanismos muy graciosos)dice que en mi pueblo por fuerza todos tenemos que ser detectives porque siempre andamos "averiguando" cosas :)

    Cuando le diga que es una herencia de Felipe II mantenida durante siglos, jaja se quedará con el ojo cuadrado, como dice ella :D

    Muchos besos, dlt

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  6. ¡Vaya con el sñor Reilly, tenía siete vidas o más bien una vida camaleónica!
    Curioso el asunto de México, hubiera sido un grave problema para U.S.A.
    Por cierto, otro barco estadounidense hundido y más tarde participación en la Gran Guerra.
    Un saludo.

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  7. Bueno este Reilly sabia vivir las oportunidades de la vida.
    La investigación de los asuntos siempre sera un oficio de espionaje aunque ahora sea mas transparente.
    Un abrazo

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  8. Me ha gustado mucho eso de "averiguelo" y alguien leal a su amo es lo que hace. Jugársela.
    Los espías espiados. Una vida apasionante no exenta de peligro. Casi todos acaban mal.
    Relly además de ser inteligente contaba con buenas cómplices. Y eso es tener estrella, aunque al final...
    Bss y buen finde

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  9. Pensé que ibas a hablar de José María Vargas, un médico político venezolano.

    Conocía el episodio mexicano. Los mexicanos son muy celosos de su nacionalismo.

    He pensado que la guerra es la mejor forma que tienen algunos países de sacar sus economías a flote.

    Saludos Marques

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  10. Amigo DLT; me gustó especialmente la primera parte del post, la de Vargas y Felipe II. Yo creo que con el inicio de las monarquías autoritarias en la Edad Moderna, empieza el funcionariado servil a la corona y la diplomacia; dentro de estas dos barajas, empiezan a cobrar protagonismo la figura del hombre de confianza para cuestiones oscuras o no confesables, siendo Fco. de Vargas una baza importantísima en el entramado burocrático de Felipe II, hombre oscuro, maquinador y encubierto por antonomasia. A partir de ahí, estas figuras fueron evolucionando hasta los servicios secretos y los espías del XIX y XX. Interesante conocer las peripecias del espía Reilly, del que había oído hablar, pero no sabía tanto. Como siempre, interesantísimo y completo post. Buen fin de semana.

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  11. Vaya, por algo desconfío siempre de los números. Ve?, algo con aspecto tan inofensivo y mire lo que quería decir en realidad. Las letras suelen ser más claras.

    Un personaje fascinante el que nos presenta hoy. Esta vez Reilly no parece tener una vida paralela con la del pobre Vargas, aparte de ser los dos muy averigüadores. Pero Vargas parece haber tenido una vida algo más plácida.

    Monsieur, espero que se encuentre usted ya casi en forma.

    Feliz fin de semana

    Bisous

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  12. Sumamente curiosa esta entrada con ese mensaje cifrado en la más genuina línea de la novelas de aventura e intriga al estilo de las de Julio Verne o Allan Poe (El escarabajo de oro)
    Un saludo.

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  13. Para gobernar medio mundo debía tener buenos informadores Felipe II. Respecto a los ingleses siempre conviene recurrir a los clásicos de Le Carré o a Greene.
    Magistral entrada. Saludos.

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  14. Es curioso que en aquella época la gente en vez de ir a las "Residencias" se retiraban a los conventos hasta su muerte. Gracias a los espias se han podido ganar algunas guerras, creo que para hacer ese trabajo hay que tener una fuerte personalidad, ser un actor y sobretodo tienen que tener mucha sangre fria, cuando aceptan el trabajo saben que pueden morir o ir a la carcel si son cogidos.
    Un beso y pasa un Feliz Fin de Semana

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  15. Menudo personaje este Reilly, pero qué sería de la historia sin ellos, la de cosas que sabemos e incluso que cambiaron su rumbo por ellos.

    Muy simpático el tal Vargas.

    Un abrazo.

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  16. Los espías,los mensajes secretos y encriptados, son tan novelescos que parecen mentira y sin embargo, son más reales de lo que podemos sospechar.

    Ya ve usted, qué rara es la gente, elegir una actividad que requiere tanto disimulo, observación, don de lenguas, estudios y habilidades psicológicas para destinarlas a la traición.

    Un abrazo.

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  17. Pues desconocía la expresión "Averíguelo, Vargas" y su significado, pero gracias a tu clara y precisa descripción, ya lo he averiguado.
    Guerras codificadas en números, las matemáticas a veces fallan... a pesar del álgebra del espionaje.

    Muy interesante y muy amena tu entrada, Dlt.

    Un abrazo.

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  18. No sabía de donde provenía esta expresión. Como siempre, aprendiendo algo de tus escritos, que además de ilustrativos son muy amenos.
    Un saludo desde mi mejana

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  19. Mi querido Dlt, conocía la expresión, pero desconocía el origen; muy interesante la figura de ese "lugarteniente" de Felipe II, presto a la averiguación y siempre al servicio de la Corona.
    Sobre la figura de Reilly, la cosa da para un buen guión de cine, porque peripecias no le faltan a la biografía del sujeto en cuestión. Y por lo que hemos visto en algún otro episodio de nuestra historia española reciente, las esquelas publicadas nunca son testimonio fidedigno de la muerte de nadie.
    Mil bicos, amigo.

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  20. Estoy de acuerdo con Bonaparte, los espías siempre me causaron resquemor,
    aunque han sido muy útiles en política. Me gustan esos calificativos de ciertos reyes con los que pasaron a la historia, "El Prudente", el" Hermoso", con una sola palabra su pueblo los definía.
    Un gusto leerte, amigo, recibe un abrazo.

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  21. Del protoespionaje al espionaje con nombres y apellidos, lo cual es extraño que se sepa dado el carácter del propio espionaje, por cierto. Parece ser que Reilly imponía su profesión hasta en su vida privada, porque todo en ella se tornaba difuso y mentiroso. Por cierto, que los espías del Rey Prudente se decía que eran los mejores de Europa junto con los italianos, claro. No hemos de olvidar que entonces nuestro imperio posría haberse comparado a los EEUU de ahora.
    Saludos

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  22. Bueno, necesito tiempo para asimilar esta historia de espionaje, siempre se ha dado y siempre hubo hombres de confianza para confesar lo inconfesable. Las monarquías fueron un exponente muy permanente en ello.
    Gracias por ser mi maestro
    con ternura
    Sor.cecilia

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  23. Orígenes de frases, espionaje español, ingles, y durante la Gran Guerra, esta entrada lo tiene todo. Genial composición la que has redactado en esta ocasión DLT.
    Por cierto, te he dejado un premio en mi bitácora, pasa a recogerlo cuando puedas.
    Saludos.
    Uriel

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  24. Madre mía la de veces que nos llevaríamos las manos a la cabeza si vieramos según que archivos.
    Sobre la figura de los espías, pues muy controvertidas y todo lo que se quiera, pero como bien dices todos los paises tienen su servicio de información y cotilleos varios...

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  25. Muy interesante esta entrada. dos espías distanciados en el tiempo y tal vez con las mismas misiones.

    La biografía de Reilly es muy jugosa, si es que es cierta como bien apuntas.

    Como alguien apuntó anteriormente, sin los espías la historia sería distinta.

    Saludos

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  26. Me gusto mucho tu entrada porque no conocía a ninguno de los dos protagonistas.

    Y aunque el segundo de ellos, el señor Reilly, tiene una biografía más acorde con la actualidad.

    Sin embargo me ha cautivado más nuestro amigo Vargas, fiel cumplidor de los encargos reales.

    Un saludo.

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  27. Muy interesante esta entrada, sobre todo la parte dedicada a Vargas...vemos que el espionaje bien organizado, al igual que el establecimiento de embajadas estables fue un invento de los Reyes españoles, perfecionado bajo el Prudente que debía estar informado de todo lo que pasaba en sus dominios y en sus países vecinos.

    Un abrazo.

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