AMOR CIEGO

    Aunque su padre le llamó tonto y posiblemente eso fue lo que hizo durante toda su vida, seamos benévolos y, en cuanto a lo que de amores se trata, supongamos que fue una ceguera de amor lo que llevó a Carlos IV a soportar, ignorante, lo que se cocía ante sus narices.

    Y es que sobre la simpleza del príncipe de Asturias, su padre, el ordenado Carlos III ya dio aviso, porque se sabe lo sucedido en una tertulia entre ambos: hablaban sobre la infidelidad que torturaba a cierto aristócrata al conocer que su esposa lo engañaba con otro. El joven Carlos, que aguardaba colocar el ordinal cuarto tras su nombre, inocente entonces, como lo sería siempre, dijo a su padre:
    ─Tú, como rey, y yo, que lo seré, tenemos una gran suerte: nuestras mujeres no podrán engañarnos nunca.
    Asombrado el padre, preguntó al infante cómo podía ser eso.
    ─Padre, es imposible. Estamos en lo más alto. No hay nadie por encima de nosotros con quien puedan hacerlo.

    Era pronto para saber que un guardia de Corps, Manuel Godoy, llegado desde abajo, acabaría estando por encima de Carlos, gobernando España al lado de la reina, y que Carlos, además, tonto de capirote, como le dijo su padre en aquella charla, presenciaría, sin darse cuenta, cómo el ministro era el amante de María Luisa, llegando él mismo a sentir gran afecto por Manuel.

    Porque, esto de los engaños, debía pensar Carlos, no iba con él. No sería hasta el final de su vida, cuando Carlos, informado durante su exilio en Italia por su hermano Fernando, el rey de Nápoles, caería en la cuenta de la traición de su amada esposa María Luisa con su querido y fiel Manuel.

    Así que, cuando la reina, durante una temporada de tibios afectos con Godoy, calmó sus ardores con un tal Mallo, que frecuentaba palacio con cierta asiduidad para ciertos despachos, exhibiendo nuevas cabalgaduras en cada visita y haciendo ostentación de riquezas, el golpeado en su corazón no fue el rey, sino Godoy, o al menos en apariencia, porque el cariño de Godoy siempre debió ser interesado.

Palacio Real de Madrid

    Para el rey, ajeno a todo, confiado, lo que no paso desapercibido fue el derroche y el lujo con el que Mallo se exhibía en palacio. Cierto día, estando con la reina, preguntó a Godoy, que les acompañaba, qué pasaba con el tal Mallo, que parecía tan rico como ellos mismos.
    Godoy contestó:
    ─No es rico sino por su amante, una vieja fea que le paga los lujos con el dinero del marido.
    Carlos, que llevaría el apodo de simple sino se lo hubiera arrebatado, siglos atrás un rey francés, rió bobalicón lo dicho por Godoy.
    ─¿Qué te parece, María Luisa, lo que cuenta Manuel?
    ─Calla, calla, Carlos, ya sabes lo bromista que es Manuel a veces.

    Lo que puede parecer una escena de celos, de despecho, durante una temporada de desafecto, probablemente no fuera más que una más de sus actuaciones, porque su verdadero amor fue Pepita Tudó, a la que mantuvo en su lecho antes y durante el matrimonio que la reina, con intención de apartarla de la rival, convino para su favorito con Teresa de Borbón, futura condesa de Chinchón; matrimonio desgraciado donde los haya, hasta el punto de que Carlota, la hija habida de este matrimonio fue tutelada por la reina, ya que la madre, por no recordar al padre, la despreció siempre. Y no es raro que así fuese, porque Godoy mantuvo a Pepita, de la que tuvo dos hijos, y a Teresa bajo el mismo techo en más de una ocasión. Tras la muerte de la condesa de Chinchón en Toledo, también fallecida la reina, Godoy, en el exilio italiano, contrajo matrimonio con Josefina Tudó, su amor de siempre.
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11 comentarios :

  1. Que hombre impresentable era Godoy, monsieur. Y el pobre rey me da pena. Realmente era bastante bobalicón.
    Pero de Godoy me llama la atención que al menos fue leal, y acompañó siempre a los reyes en lo bueno y en lo malo, incluso en el exilio, con fidelidad inquebrantable. No es lo que una hubiera esperado de alguien como él.

    Buenas noches, monsieur

    Bisous

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  2. De verdad que da lástima Carlos IV. Y la bruja impresentable de su mujer. Teniendo en cuenta de donde venía resulta bastante normal lo que resultó Fernando VII.El comentario de Godoy sobre la vieja fea que le pagaba los lujos a Mallo, con ser bastante ajustado a la realidad revela perfectamente su catadura.

    Por Dios ¡Que bien los pintó Goya a todos! ;-)

    Me encantó el post, me gusta mucho la historia desde la terraza.

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  3. ¡Hasta de cunas más altas, los cuernos a veces no bajaban¡ Y lo mismo daba de hombre o mujer
    Salud¡

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  4. no me extraña que este grupo de impresentables llevaran al país a lo que le llevaron... y para completar el cuadro Fernando VII, tonto y con mala leche... de lo bueno lo mejor y de lo mejor los escogido...

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  5. Menudo elemento era Maria Luisa. A Carlos IV ya lo retrató bien Goya en ese memorable cuadro sobre la familia: nariz coloradota, aire de simplón y... en medio del cuadro, haciendo de eje principal o elemento protagonista, no estaba el rey sino...el brazo morcillón de María Luisa. Mala leche con fundamento la de don Francisco.
    Un saludo.

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  6. Más que "Amor ciego" lo hubiea titulado "Marido ciego", porque Carlos IV entre bobalicón, buena persona y tonto de capirote, como le llamaba su padre, hubiese ganado un concurso con solo presentarse esta relación de anécdotas que nos cuentas.

    Saludos

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  7. Qué familia la de Carlos IV, no se salva nadie, pero lo peor por desgracia estaba por llegar, con el "deseado" Fernando VII, el rey más nefasto que ha tenido España bajo mi punto de vista, claro que teniendo estos pariente, qué se podía esperar.
    Muy amena la historia, muchas gracias :-)

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  8. Ya supo Goya del carácter de nuestro Carlos IV y así lo retrató en su magnífico lienzo "La familia de Carlos IV. De pequeño, siempre me contaron la anécdota de la bofetada que le dió Godoy a Mª Luisa en palacio, estando el rey unos pasos más adelante. En fín, como dice Sabina: "cuernos, cuernos, cuernos, siempre tan modernos... Ponle un par de cuernos a tu depresión". Saludos desde la Sevilla más lluviosa.

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  9. Me encantan estas historias tan actuales. Por eso nunca hay que rasgarse las vestiduras. Lo de los curnos es tan viejo como la profesión más antigua del mundo. Y estos reyes, reinas y toda la monarquía no sabían hacer otra cosa. Les sobraba dinero y tiempo:)
    Un abtazo

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  10. Una historia de esas que no tienen fecha. Antes como ahora, como comenta Katy,los cuernos son desde siempre y en cualquier nivel social.

    En cuanto al Rey.....No comments

    Saludos

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  11. Carlos IV y todos sus sucesores no me inspiran ninguna simpatía, y el famoso Príncipe de la PAZ (y de los Cuernos), creo que fue uno de los mayores sinvergüenzas de la política hispana de todos los tiempos.

    Gracias por interesarte por mi pequeña fractura, que afortunadamente ya no me preoduce ninguna molestia.

    Buenas noches

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