ISLAS MISTERIOSAS

   En la novela, llevada tres veces al cine, “Rebelión a Bordo” Fletcher Christian, el segundo piloto de la fragata británica Bounty, se apodera del barco y, con la tripulación que le apoya en el motín, inicia la búsqueda de un refugio seguro. De ese refugio se habla en el tercer libro de la trilogía de la Bounty, “La isla de Pitcairn”. En dicho libro Charles Nordhoff y James Norman Hall cuentan como Christian descubre casualmente que la isla estaba mal ubicada en las cartas de navegación y por tanto que el encuentro fortuito del peñón  iba a suponer la conquista de un hogar seguro en el que ocultarse de sus perseguidores. Había encontrado una isla fantasma, y prueba de la “inexistencia”, en aquellos momentos, de la existente isla, es que los amotinados y los indígenas de Tahití que les acompañaron no fueron encontrados hasta casi veinte años después de haber llegado a ella. El mercante norteamericano Topaz, a cuyo mando estaba el piloto Mayhew Folger encontró durante su singladura en busca de focas una isla. Mayhew miró en las cartas y en el lugar en el que se encontraba no aparecía tierra alguna. Pero allí estaba, delante de él. La isla resultó ser Pitcairn. Allí, en 1808, sólo quedaba con vida uno de los amotinados, que relató a Folger la historia que nos ha llegado: la huida a bordo de la Bounty y las trágicas jornadas que se vivieron en la isla. Hoy, cuando la isla está señalada con precisión en todas las cartas marinas, se puede asegurar que lo que sucedió, contado por  Alexander Smith, el único superviviente, fue cierto, al menos en parte. Smith fue indultado y cambió su nombre por el de John Adams. El puerto de la isla lleva su nombre, Adamstown, en recuerdo suyo y la mayoría de los habitantes de la isla son descendientes de aquellos amotinados y de los tahitianos que les acompañaron.

    Pero no todas las islas divisadas en alguna ocasión han podido ser cartografiadas ni determinadas sus coordenadas geográficas. Sigue habiendo enigmas que no han sido esclarecidos.

  En el mismo océano Pacífico, más cerca del continente americano, se encuentra la isla de Pascua. Cerca de ella, en 1879, el buque Podestá, de bandera italiana, avistó una isla. Los italianos le dieron nombre. La llamaron Podestá, como el barco con el que la habían descubierto. Fijaron sus coordenadas y fue incluida en las cartas de navegación. Nunca más volvió a verla alguien. En 1935 fue suprimida de las cartas marinas. Otro tanto le pasó a la isla de Sarah Ann, también en el pacífico, también cerca de la de Pascua. En 1937 se iba a producir un eclipse total del Sol. La isla de Sara Ann estaba en la órbita del eclipse, lo que la convertía en un magnífico observatorio. Buques de la marina norteamericana la buscaron en 1932 con tal fin. La isla no fue encontrada y finalmente fue eliminada de los mapas.

   Algunas islas desaparecidas lo han sido por causas naturales. En el Pacífico, cerca de Rarotonga, estaban las islas Tuanaki. Las islas estaban habitadas por polinesios. En 1844 un barco misionero que se dirigía a ellas llegó al lugar donde debía encontrarlas y no las halló. Se cree que se hundieron a causa de un terremoto ocurrido por aquellas fechas. Que las islas existieron quedó constatado durante mucho tiempo gracias a los testimonios de algunos de los habitantes del archipiélago que habían emigrado a islas cercanas y que durante muchos años, incluso ya en el siglo XX, contaban historias de las islas desaparecidas.

Isla de Mouro, frente a la bahía de Santander. Una isla muy real.

    También España cuenta, aunque irreal y legendaria, con su isla fantasma: San Borondón. A veces situada cerca de Irlanda, en el siglo XIII ya estaba dibujada en las cartas marinas en las cercanías de las Canarias. A lo largo del tiempo muchos aseguraron haberla visto: en el siglo XVI navegantes portugueses dijeron haberla visitado, en el XVIII muchos afirmaron verla desde tierra firme durante largo rato hasta desaparecer envuelta en una nube. Pero en el siglo XX, con moderna instrumentación, también ha sido detectada. Varios pilotos aseguran haberla visto desde sus aviones y detectada por los radares de sus aparatos. En 1991 se dice que una embarcación de pasajeros colisionó con un objeto desconocido. Las consecuencias del impacto fueron serios daños en la embarcación y siete heridos. Se inició una investigación cuyos resultados fueron tan equívocos como los de otra debido a una colisión similar ocurrida al año siguiente. La isla, quizás un espejismo producido por condiciones atmosféricas especiales, sigue siendo un misterio, que de tarde en tarde da señales que, crédulos de fantasía desbordante tratan de convertir en realidad.
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14 comentarios :

  1. Muy interesante, lo visto y no visto, creo que mucho es debido a los cambios climáticos y seguramente que con el tiempo algunas más van a desaparecer.
    Abrazos

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  2. Desconocía tantos casos de "pequeñas atlántidas" que seguramente desaparecieron por la acción de volcanes.
    Del amotinamiento del Bounty, que decir, la película de Brando será una de las que más me han hecho soñar cuando la vi siendo un crío.

    Un abrazo.

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  3. Me parecía misteriosa la Isla del Tesoro, pero estas sí que son misteriosas de verdad. Tal vez un día encuentren una explicación para la Atlántida.

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  4. Las islas misteriosas siempre asombran dentro del subsconsciente colectivo. Dejan un poso de misterio e incertidumbre en el que se mezclan el miedo a lo desconocido y el deseo de unmundo mejor. Porque la Atlántida, el contienente perdido, podría considerarse también una isla misteriosa y nunca encontrada. Quizás los desastres naturales o las mareas hacen que surjan y desaparezcan.

    Saludos

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  5. También escribió sobre san Brandán Álvaro Cunqueiro. Creo que en Fábulas y leyendas de la mar.

    Saludos.

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  6. Interesantísima como misteriosa tu entrada de hoy. Desconocía todos esos datos que aportas de esas islas que aparecen y desaparecen o, nunca existieron o siguen estando ahí.
    Es cierto que cataclismos marinos las hunden pero siempre me ha embargado una curiosidad enorme el Pacífico, en concreto la zona tan misteriosa y catastrófica que denominan "El Triángulo de las Bermudas" ¿Sabes si por esa zona también se documenta la desaparición de alguna isla, Dlt? Mi curiosidad gatuna afila mis pupilas...

    Te felicito por esta entrada tan interesante como entretenida.

    Un beso.

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  7. Interesantísima su entrada de hoy, desconocía la existencia de estas islas fantasma, aunque sí conocía la historia de la Bounty. Creo que los descendientes de aquellos marino hoy en día hablan una mezcla de inglés del XVIII y polinesio, toda una curiosidad. En la actualiadd allí hay sólo 46 habitantes de nueve familias, es también famosa por ser el país menos poblado del mundo, aunque no es una nación soberana. Por otra parte en 1838, las islas fueron el primer territorio del mundo donde se aprobó el sufragio femenino, con las mismas características que el sufragio masculino.

    Un abrazo y gracias por su entrada.

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  8. Monsieur, comenzó usted muy exótico para terminar muy misterioso.
    Recuerdo lo mucho que disfruté de la lectura de esa trilogía sobre la Bounty. Fue aquel un hermoso verano :)

    El final es de lo más inquietante. En esa historia hay material para más de un relato de misterio, al margen de los casos verídicos narrados por usted.

    Buenas noches

    Bisous

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  9. En el caribe también hay una cuantas islas móviles.

    La isla de aves de 45 metros cuadrado, se convirtió en base de observación de aves acuáticas y avistamientos de cetáceos, durante la huracan Camilla, desareció literalmente....Apareciendo 20 millas al norte de su posición original, con todo y torre de observación...

    Leyenda, historia, realidad, pero interesante

    Saludos

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  10. El comienzo sobre la isla de el motín de la Bounty es de película y nunca mejor dicho; sobre las demás sorprende que haya islas que aparezcan y desaparezcan. Pienso que todo lo que es misterio nos apasiona y aunque seamos animales racionales, como nos definía el diccionario de Marisa, siempre nos atrae lo misterioso o lo inezplicable.
    Muy entretenida, como es costumbre en ti.
    Un abrazo.

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  11. También en la mitología griega se hace referencia a una famosa isla flotante: Delos.
    Cuando Leto, amante de Zeus, estaba encinta de Apolo y Ártemis, Hera, por celos, prohibió que se le ofreciese asilo para dar a luz en ningún lugar de la tierra; por ello la pobre Leto andaba errante, sin poder detenerse jamás. Por fin, Delos, que hasta ese momento había sido una isla flotante y estéril, sin temor a Hera, aceptó acogerla.
    Y como recompensa quedó fijada al fondo del mar por cuatro sólidas columnas, y hasta cambió su primitivo nombre , Ortigia, por el de Delos, la "Brillante", por ser la cuna del dios de la luz, Apolo.
    Un saludo.

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  12. Explicación o explicaciones debe haberlas. Serán, sin duda, causas naturales de orígenes diversos las que sean responsables de estos hechos. Pero como no tenemos una tesis clara y validada que los determine, surge el halo misterioso que rodea lo inexplicado. Y ya sabemos que misterio y fantasía van de la mano.
    Un abrazo

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  13. Eso de las islas que desaparecen y aparecen es raro, aunque los hechos de esa embarcación que en el ´91 topo con un "espejismo" es misteriosa. No se, pero hay cosas que no entiendo...
    Un abrazo, Desde¡¡

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  14. Las islas. como siempre, son fuente de la imaginación colectiva y en especial para los creadores literarios, y si no que lo pregunten a escritores como Defoe y tantos otros, incluso el mismo Cervantes con su quijotesca ínsula Barataria.
    Salud

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