DOMICIANO Y LA DAMNATIO MEMORIAE. HISTORIA DE UNA EXCEPCIÓN.

   Pocos de los que hablaron o escribieron sobre él juzgaron con benevolencia al último emperador de la dinastía Flavia. Si acaso Marcial, el poeta bilbilitano, lo elogió, pero cuando Suetonio le dedicó el último de los capítulos de su “Vida de los doce cesares” no se anduvo con contemplaciones, como tampoco lo hicieron Tácito o Plinio.

   Domiciano era hijo y hermano de emperadores. Su padre, Vespasiano, del que no se tiene mal recuerdo, pues si no murió en la cama fue porque no quiso, no tuvo el indigno final que otros anteriores a él sí alcanzaron. No fue odiado Vespasiano que, cuando le llegó su hora, tranquilo, en la cama, aquejado por el malestar y las fiebres de los cólicos que padecía, se levantó como pudo diciendo: “Un emperador debe morir de pie”, y se murió.

Estatua del emperador Vespasiano en Castrourdiales.
Vespasiano fue padre de los emperadores Tito y Domiciano.

  Su lugar lo ocupo Tito, del que los historiadores romanos tampoco han hablado mal, puesto que se comportó con benignidad, no firmó sentencia de muerte alguna, ayudó al pueblo en las catástrofes que asolaron Roma durante su mandato y realizó muchas obras públicas; y si no hizo más fue porque su reinado apenas duró dos años. Pese a las sospechas de un envenenamiento, parece que en realidad murió, como su padre, de muerte natural. Llorado por el pueblo, no lo fue tanto por su hermano Domiciano, que no había dejado de conspirar en su contra, y que al faltar Tito, se hizo cargo del Imperio.

   Venía, al parecer, Domiciano resentido en su carácter por la predilección que su padre había mostrado siempre por Tito, pero aunque al principio se comportó con prudencia, no tardó mucho en manifestarse su perversidad. Suetonio cuenta con detalle muchas de sus extravagancias. Durante un tiempo tuvo por costumbre encerrarse solo y dedicar su tiempo a la captura de las moscas que revoloteaban en torno a él. Luego, atravesándolas con un alambre una a continuación de la anterior, quedaban ensartadas a modo de repugnante pulsera o collar. Estas actividades pueriles y crueles eran tomadas a befa por quienes las conocían, y así cuando alguien que pretendía hablar con el emperador preguntó si había alguien con él, Vibio Crispo, respondió:
   ─No, ni siquiera una mosca.
   Sus manías no habían hecho más que comenzar, como también el ejercicio arbitrario de su poder, pues junto a justas medidas ordenaba caprichosas órdenes. Mandó matar a muchos hombres, cualquiera que fuera su condición, por las razones más peregrinas. A uno por hacer bromas que no resultaron de su agrado, a otro por creerle aspirante al cetro imperial al nacer bajo el signo de una constelación que predecía malos augurios; a un hombre corriente, en el circo, por opinar que ciertos gladiadores eran mejores luchadores que otros, mandó que fuera arrojado a la arena y se enfrentara a dos perros. Precisamente, durante los juegos se hacía acompañar por un enano, que debía situarse a sus pies, pero con el que mantenía sesudas conversaciones, incluso sobre la política del Imperio. Su egomanía le llevó a cambiar los nombres de dos meses por los suyos propios; pero se convirtió en un ser temeroso de todo y de todos, tanto como los demás le temían a él. En cierta ocasión determinó que se cortasen la mayor parte de las vides de Roma, tras comprobar que había mucho vino y poco trigo, pero entonces leyó un escrito que decía que aunque cortase todas las viñas, aún habría suficiente vino para celebrar su muerte. Tanto le afectó y tal miedo le infundieron aquellas palabras, que desistió de su empeño talador. Epafrodito era secretario suyo. Un día recordó que él había sido quien, veinticinco años atrás, había entregado a Nerón la daga que sesgó su carótida y tuvo miedo de que se le ocurriera hacer lo mismo con él. Ordenó matarlo. Siendo un cobarde, fomentó la delación como medio para protegerse de quienes le odiaban, que eran muchos.

   Más todas las precauciones fueron insuficientes y una conspiración y siete puñaladas, pese a la resistencia que opuso, dieron cuenta del malvado emperador.

   Tras su asesinato, el Senado decretó una damnatio memoriae. Se inició la eliminación de todo rastro físico que recordase la existencia de Domiciano, tratando de hacerlo caer así en el olvido. Se borró su nombre de las inscripciones, se destruyeron cuantas estatuas y bustos de él se conocían y suprimió su nombre de todos los escritos, pero lo cierto es que, como casi siempre, el propósito no le logró del todo, pues hubo una excepción.

   La primera que no permitió que Domiciano quedara en el olvido fue Domicia Longina, su esposa, mas no por su amor a él, sino para dar testimonio de su inicua memoria. Era Domicia de familia noble, respetada y querida, pues no había secundado los actos del emperador. Tras morir Domiciano fue llamada por el Senado, que determinó concederle el favor que desease. La viuda del tirano pidió se erigiera una estatua de bronce y permiso para ubicarla donde ella deseara. Concedido el permiso, cuenta Procopio cómo ordenó recoger los restos del esposo, poco antes cosido a puñaladas y despedazado, unir sus restos y hacer que los escultores hicieran réplica de aquella figura compuesta como rompecabezas con forma humana; y hecha que se instalara en el camino del capitolio como muestra de cómo había muerto Domiciano, el último emperador de la dinastía Flavia.
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26 comentarios :

  1. ¡Hola!
    Me ha encantado leerte. Creo que muchos tenemos en mente a Vespaciano, pero nunca a Domiciano, a no ser que fuéramos estudiosos de la Historia; sin embargo al leerte veo que se trataba de una persona muy cruel y déspota
    El decreto del Senado Romano, la Damnatio memoriae (condena de la memoria), literalmente lo condenaron al olvido.- He de volver a leerte en un par de semanas.
    Cordiales saludos

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  2. Todo un personaje. Cuesta imaginar tanta crueldad. No es extraño que el Senado declarara una Danatio memoriae.
    Saludos

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  3. Un personaje que se aproxima en sus excentricidades y crueldades al psicópata de Calígula. Curiosamente, fue Suetonio también el que dio cuenta del sadismo y las malas artes de aquel emperador, junto a Dion Casio. No sé si hubo exageración intencionada al describir las "hazañas" de ambos emperadores, dado que convenía ensalzar a los poderosos de su tiempo, como lo fueron Trajano y Adriano, rebajando la importancia de los de ayer. Nos quedará siempre la duda de la objetividad. En todo caso, no fueron "hermanitas de la caridad".
    Un saludo.

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  4. Jolines, no sabía yo todo eso pues los libros de historia son mucho más sosos que tus atractivos relatos. Lo de cazar moscas tiene su aquel !!
    Muchas gracias. Besicos.

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  5. Menudo personaje era Domiciano, aparte de su crueldad, creo que estaba de cabeza un poco zumbadito ¡¡a quien se le ocurre cazar moscas e insertarlas!!. Gracias por traernos tanto conocimiento de la historia Dlt.
    Un abrazo.

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  6. Desconocía la vida de este emperador, aunque recuerdo haber leído que fue el único que mereció esa Condena de la Memoria. Uno de los dos honores que comparte con Hitler y según veo, el otro se refiere a la fijación de ambos por las moscas. Hitler incluso envió a varios militares al frente por no obedecer su orden de matarle una que le estaba molestando.
    Cuántas sorpresas guarda la Historia.

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  7. Pues ahí está muchas veces la contradicción del odio: desea borrar al enemigo de la faz de la tierra y al mismo tiempo con sus propios agravios hace perdurar su memoria. Qué difícil eso de borrar todo rastro.

    Feliz comienzo de semana.

    Bisous

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  8. Muy bien de entendederas no estaría; porque una cosa son manías, pero esto eran fijaciones y patológicas ademas.

    Bueno la actitud de su esposa , posiblemente más por vergüenza que como bien indica que por amor.-Evitar ser borrado de la faz, una mancha para la familia.Y que desgracia para un pueblo tener estos elementos(...) como mandatarios.

    La Historia no deja de sorprendernos.

    Feliz semana un abrazo.

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  9. Eliminando a los insectos le cogió gusto a la matanza que con ella disfrutaba de las muertes, no me extraña que el Senado quisiese borrar todo rasgo de él.
    Un abrazo.

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  10. La excelente novela de Santiago Posteguillo "Los asesinos del emperador" nos muestran un excelente retratode Domiciano, un emperador siempre acomplejado por la figura conquistadora de su hermano frente a las derrotas continuas de sus legiones en el exterior. ¿Fue un mal emperador? La historia nos cuenta que sí, pero ya sabemos que fue un gobernante que se opuso a los designios del senado, institución que dictaba la sentencia sobre qué emperadores eran buenos o malos. Evidentemente Domiciano no se llevó sus loas.
    Un saludo

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  11. Como nos lo cuentas, no parece un Flavio este emperador.

    Lástima que las damnatio memoriae no sean todo lo efectivas que quisiéramos.

    ¡Salud!

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  12. Hola Amigo:
    Terrible personaje...gusto por la crueldad...El senado aplicó lo que a veces los egipcios también aplicaban a algunos faraones.

    Saludos que todo vaya bien

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  13. Estupenda tu minibiografía de Domiciano. En cuanto a lo de las moscas he recordado que cuando éramos niños atrapábamos moscas durante la clase y les atábamos un hilo con un papelillo para soltarlas y mosquear (nunca mejor dicho ) al profe. Debíamos tener algo de "domicianos".
    Un abrazo.

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  14. Es tremendo ver como los hombres se transforman a mas crueles todavia cuando ostentan el supremo poder. Aunque no quede claro si el poder emparanoia o ya son infames pir la endogamia. De tu excepciona entrada me ha impactado la muerte de Vespasiano o el como debe morir un emperador. Un abrazo

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  15. "A veces el que las hace las paga·" Pero no siempre es así. Curioso como de un padre y hermano honrado sale el el envidioso que no soporta el el éxito de los suyos. Por desgracia la historia está jalonada de ejemplos como este. Empezando por Caín y Abel.
    Un abrazo

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  16. La curiosidad me ha hecho buscar en la red, si hay mas estatuas de este cruel emperador, y he encontrado bustos en el Museo del Louvre y en un museo de Roma, y pienso que no están de más para que la historia nunca olvide a este tipo de tiranos.
    Un abrazo.

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  17. La historia del Imperio Romano, está llena de crueldad, pocos son los que fueron buenos emperadores. Roma quería comerse el mundo.
    El caso de Domiciano a pesar de ser nefasta sus acciones, sirve para tener presente cómo termina el mal y el senado cayó en su trampa al pedirle una petición a su esposa.La historia nunca se debería de borrar.
    Un abrazo

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  18. Es el vivo retrato de un tirano. Los romanos siempre tienen mucho que enseñarnos.

    Un saludo.

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  19. Menudo personaje, no era de extrañar que a los poderosos se les fuera la cabeza, iba a decir en aquellos tiempos pero... en estos pasa lo mismo.
    Me gusta como cuenta vd. la historia.
    Saludos

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  20. Precisamente acabo de leer la novela sobre Trajano "Circo Máximo" de Santiago Posteguillo donde se le nombra y aparece la viuda emperatriz. Ya en las primeras novelas de este escritor aparece este emperador y se cuenta su asesinato. Desde luego fue un personaje muy cruel, pero no creo que fuera mucho peor que otros tantos emperadores.
    Un saludo.

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  21. Muchos Titos necesita la Humanidad y menos Domicianos.

    A este último, no había tenido noticias suyas. No había leído nada sobre él.

    manolo

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  22. Un orate con mando es el mayor castigo para una sociedad. Domiciano, con sus crueles extravagancias, no está lejos de otros, antes y después. Por desgracia no hay método seguro para que el poder político no caiga en manos de locos. Es el caso de Stalin, Pol Pot y tantos que han atormentado a millones de personas.

    Saludos

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  23. Tito siempre fue el ojito derecho de Vespasiano, el hermano "bueno", generoso, bondadoso, querido por el pueblo. Suetonio y Dión Casio afirman que Domiciano aceleró su muerte cuando cayó enfermo haciendo que lo dejaran a la intemperie.
    Un saludo.

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  24. Caray, amigo, que vidas tan caprichosas y locas tuvieron muchos de estos emperadores, dueños de tierras y almas...definitivamente, con todo, me considero afortunada de vivir en estos tiempos virtuales...
    Un abrazo, siempre es un gusto leerte

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  25. Como siempre ampliando mis vastos conocimientos caballero andante. Me marcho con las moscas en mi pensamiento. Nunca más acertada esa respuesta de Vibio Crispo una no deja de sorprenderse de los rastros que deja la historia.
    Un saludo caballero.

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