Llegado este tiempo de Navidad, y
para felicitar las Pascuas a los seguidores y amigos de este blog, que habla de
historia, con algún hecho relacionado con estas fiestas referiré la peripecia y
el tesón con el que Karol Wojtila, antes de ser elegido papa, tras la
enigmática muerte de Juan Pablo I, hizo frente, con el apoyo de los católicos
de Nowa Huta, a la oposición del gobierno polaco en la construcción de un
templo en la ciudad.
Nowa Huta habíase erigido como
ciudad nueva, población dormitorio de Cracovia, para albergar una población de
ciento veinte mil habitantes, en su mayoría obreros de la industria siderúrgica.
Como entre la dotación prevista para la ciudad no se incluyó templo religioso
alguno ni espacio para su construcción, al llegar la nochebuena de 1959,
Wojtila, entonces obispo auxiliar de Cracovia, celebró en un descampado de
Mistrzejowize, lugar próximo, una misa del gallo, y poco después solicitó de
las autoridades comunistas el permiso para la construcción de una iglesia.
Chocaban las pretensiones del prelado con las negativas del gobierno, y nada
conseguía, pero la falta de espacio para orar movió a las gentes a erigir en
aquel lugar una cruz de madera en torno a la cual se congregaban los fieles. Las
autoridades enviaron máquinas excavadoras y derribaron la cruz, pero poco tiempo
después hubo protestas en el lugar donde seguían concentrándose los fieles. Se
exigió al obispo Wojtila se dirigiera a sus fieles para que cesaran en sus
reivindicaciones, a lo que pareció avenirse el prelado, mas la respuesta de
Wojtila fue todo un reto para el gobierno. Advertía el obispo que puesto que la
cruz que se iba a levantar no sería retirada, no habría motivo para la
protesta. Y así, el obispo Wojtila siguió celebrando en los sucesivos años la
misa del gallo en aquel lugar, al amparo de la cruz nuevamente levantada.
Estatua de Juan Pablo II, instalada en el Palacio Arzobispal de Valencia |
En enero de 1964 Pablo VI, a la
muerte del arzobispo monseñor Baziak, nombró a Wojtila arzobispo de Cracovia, y
en 1967 cardenal, lo que le otorgó el prestigio y la influencia suficientes. Tres
meses después de su creación como cardenal las autoridades polacas autorizaron
la construcción del templo, hoy iglesia de San Maximiliano Kolbe.
Sirva esta pequeña entrada
sobre la tradicional misa del gallo, según se cree instaurada por el papa
Sixto III, en el siglo V, viva hasta hoy, para reiterar mi felicitación a
cuantos lectores, de cualquier pensamiento o credo, siguen este blog dedicado a
contar parte de los hechos pasados, y que en éste y en todo tiempo, nuestros
mejores deseos de paz se hagan realidad.
Pues muy felices fiestas también para usted, monsieur, con turrón y mazapanes, y su cava valenciano, que es de lo mejor.
ResponderEliminarBisous
Y usted que lo diga, y lo pruebe. Chin-chin.
ResponderEliminarBeso su mano.
Igualmente, felices fiestas, mucha salud, paz y prosperidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
El pasado verano hice un viaje a Polonia y pude constatar la veneración que el pueblo polaco siente por Juan Pablo II. Desconocía todo lo que cuentas en tu entrada y me ha resultado muy interesante.
ResponderEliminarQue tengas una Navidad muy feliz.
Un abrazo
Sobre todo Paz para todo el género humano tan necesitado del mismo. Felices Fiestas.
ResponderEliminarNo sabía de esta historia tan afortunada que has traído hoy. Un abrazo
Felicidades en Navidad y año nuevo amigo mio. Mucha salud y éxito para este 2018
ResponderEliminarSaludos. Que todo vaya bien
Muy interesante y acorde con estas fechas.
ResponderEliminar¡¡Feliz Navidad!!, para ti y tu familia.
Un fuerte abrazo, amigo.
Detrás de cada gran hecho, hay multitud de cosas desconocidas y para mí, es un placer descubrirlas gracias a ti, vecino Dlt.
ResponderEliminarTe deseo una Feliz Navidad así como a los tuyos y a tus lectores.
Un abrazo y una sonrisa :)
Muy felices fiestas y que sea bueno y pacífico el año 2018.
ResponderEliminarComo cambian los tiempos ahora lo difícil es ser comunista en Varsovia....feliz Navidad y muy próspero año nuevo, un abrazo.
ResponderEliminarHe aprendido con este texto
ResponderEliminarMe ha gustado hallarte en estos dias de Navidad que non son eternos.
Hola!
ResponderEliminarVengo a desearle unas felices fiestas y un fantástico 2018, así como a agradecerle su paso por mi blog, al que me gustaría volver en unos meses si el trabajo me lo permite.
Un fuerte abrazo.
¡Felices Fiestas estimado amigo, y que este nuevo año que ya esta en puertas entre con muchas esperanzas.!
ResponderEliminar¡FELIZ NAVIDAD!
Muy felices fiestas. Un abrazo.
ResponderEliminarCada año me digo que voy a ir a misa del gallo pero luego me entra la dichosa pereza de la noche.
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD!!
Mi familia paterna tenía a gala ir a misa del agllo después de una cena en la que se congregaban mis abuelos, mi tía abuela soltera, sus siete hijos, sus yernos y nueras, y sus nietos, que llegaban casi a la veintena. Aqullas congregaciones familiares nunca las conocía porque nací cuando mis abuelos ya habían fallecido, pero las puedo imaginar por las descripciones que hacúa mi padre de tales festejos.
ResponderEliminarUn saludo y Feliz Navidad
Muy interesante tu entrada Dlt, me ha dado a conocer hechos que a pesar de haber visitado Polonia los desconocía. Deseo que tengas un muy feliz año nuevo.
ResponderEliminarAbrazos.
Que Polonia no hubiera conseguido acabar con la dictadura soviética cuando lo hizo, de no contar con el dúo Wojtila y Lech Walesa, es un hecho.
ResponderEliminarMe ha gustado saber ese episodio del coraje de esos dos grandes hombres.
Querido DLT, reciba mis deseos de un venturoso 2018.
La Historia es el resultado de casualidades y mucha suerte, de la mala y de la buena. Lo imprevisible aparece para sustituir el pronóstico más racional.
ResponderEliminarQue tengas un buen año 2018.
Saludos
Curiosa historia del Papa Wojtila, que desconocía. La Misa del Gallo es toda una tradición en mi familia.
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