El
viajero camina por tierras de Castilla la Vieja, por tierras próximas al río Duero.
Tierra de mucha historia, tierra de arte y tierra de vinos. Y esto último no lo
dice el viajero por capricho o por decir. Porque de Rueda, villa de no mucha
gente, hay monumentos que ya quisieran para sí otras villas y hasta ciudades, y
se elaboran vinos blancos tan reconocidos que sus bodegas y tiendas siempre
están llenas de público.
Pero
no es sólo de vino de lo que el viajero quiere hablar. Primero quiere hablar de
lo que a primera vista más llama la atención y da fama a la villa: la iglesia
de Nuestra Señora de la Asunción, tan blanca, con sus dos torres cilíndricas en
la fachada con su pórtico de piedra. Dicen que es uno de los más bellos
exponentes del barroco vallisoletano. El viajero, que supone que quienes esto
afirman lo hacen con conocimiento de causa por haberlo visto todo, no lo pondrá
en duda, pues de lo que lleva visto en Valladolid y aun en otros lugares, esta
iglesia le parece proporcionada, original y bella. Del interior llama mucho su
atención el retablo, obra del escultor Pedro de Sierra, y al mismo, pues Sierra
era también arquitecto, se atribuye la hermosa fachada del templo.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. |
El viajero, desde la iglesia de La Asunción, da unos pasos hacia el Sur por la calle Real, antigua carretera que une Tordesillas con Medina del Campo, deja atrás el ayuntamiento, y enseguida ve la segunda joya que adorna la villa: la ermita del Cristo de las Batallas. Recibe este nombre la ermita por el Cristo homónimo que guarda en su altar, pero popularmente se la conoce por el nombre del Cristo de la Cuba. Con un poco de imaginación hay quien dice que el aspecto octogonal de esta obra barroca recuerda a la forma de las grandes cubas de vino. No queda muy conforme el viajero con esta opinión; pero sí muy complacido al conocer la razón de tal apelativo. Siendo zona vitivinícola desde tiempos de Alfonso VI, cuando llegaron desde el norte de África las hoy famosas uvas de la variedad verdejo, no resulta extraño que cuando los rodenses quisieron levantar la ermita su contribución fuera en especie. Construyeron una gran cuba y en ella los mozos, o sus familias, antes de partir a las guerras, vertían el vino que luego era vendido para sufragar la construcción del pequeño templo terminado de erigir en 1734.
Ermita de la Cuba |
Visto todo, al viajero sólo queda llevarse un recuerdo del lugar. En una de las tiendas que hay a la salida del pueblo, el viajero compra unas botellas de los caldos locales, hoy ya con su propia denominación de origen Rueda, para regalar unas y para sí alguna otra, y sigue su camino por tierras castellanas.
No podríamos haber tenido un mejor guía, una de las tareas del cicerone es enamorarnos de lo que visitamos y tu lo has conseguido, de recuerdo dos botellas de Protos. Un abrazo
ResponderEliminarDespués de leer tu crónica fui a leer algo más sobre Rueda y en la Wikipedia tiene uno de los estudios más profundos que he visto sobre la composición de sus suelos de ningún otro lugar, me llamo también la atención que consideraran a su clima como mediterráneo continentalizado, tan ya alejadas sus tierras del Mediterráneo. Que te aprovechen esas botellas de vino. Un abrazo
ResponderEliminarDesconocía todo lo que cuentas. Te agradezco que lo hayas compartido.
ResponderEliminarUn abrazo
Nada mejor que apreciar y visitar lugares y paisajes y luego degustar lo típico de la zona, incluyendo esos buenos vinos.
ResponderEliminarUn saludo.
Buen lugar para pasar un día de descanso y, de paso, comer alguna cosilla acompañada de una copa de vino blanco.
ResponderEliminarSaludos
En un viaje que hice a Palencia, paramos en Rueda para almorzar, y después le dedicamos unas tres horas para ver algo el pueblo, pero coincidió que tanto la iglesia como la ermita, estaban cerradas, así que no pudimos ver sus interiores, pero eso no quita, de que no disfrutáramos con un paseo por buena parte de este bonito pueblo, que nos encantó. Así que tenemos una próxima visita pendiente, ya que también nos desplazamos a la ermita de San José y sucedió lo mismo. Tu reportaje como el texto, excelente, y tomo nota del tema vino, para la próxima, en la visita comentada tomamos todos cervezas, ya que era pleno Agosto, e imagínate el calor que hacía.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
He estado de paso por la villa`. Solo he visto la Iglesia desde lejos. Solo paramos para un tente en pie solamente y seguir más al norte.
ResponderEliminarMe he quedado con las ganas de ver más .
Saludo amigo. Que todo vaya bien
¿Te puedes creer que he estado a punto de entrar en esta villa y nunca lo he acabado de hacer? Hemos visitado Cuéllar, Medina del Campo, Tordesillas, Toro, Olmedo, Alaejos, Arévalo, Madrigal y siempre se ha quedado a un lado. Incluso hemos comprado vino de Rueda, blanco por supuesto, sin visitar la villa. Prometo que en la próxima excursión pasaremos por allí.
ResponderEliminarUn saludo
Ganas dan de perderse en ese bonito lugar tan pequeño y emblemático a un tiempo. Un abrazo.
ResponderEliminarComo mejor llevarse un buen vino si se está en el buen lugar.
ResponderEliminarTan solo por la Iglesia y la Ermita vale la pena hacer el viaje.
Un abrazo.
Que bonito debe ser Rueda. Con esa Iglesia de la Asunción y todo ese recorrido que nos ofrece El Viajero en su reportaje, y ese buen vino, que es lo único que conozco de allí.
ResponderEliminarGracias y un saludo.
Estimado amigo: sabe lo mucho que me encanta sus viajes guiados por lo bien que los explica es una gozada poder pasearlos en cada entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Acaba de presentarme un lugar que no conozco, aún teniéndolo cerca.
ResponderEliminarMuy sabio ese gesto de hacer compra con doble destino, para sí y para celebrar la amistad. Que sea en buena hora.
Visitar cualquier rincón de su mano es un placer con estos comentarios tan sabrosos.
ResponderEliminarQue siga su recorrido, Viajero. Y que disfrute de su "recuerdo gastronómico" también ;)
Un abrazo
Desde que desviaron la carretera nacional nunca he vuelto a entrar en Rueda. Habrá que pasear por sus calles.
ResponderEliminarUn saludo.
La ermita es preciosa pero la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es impresionante, por internet he visto el hermoso retablo que tiene. Gracias por traernos esta joya Dlt.
ResponderEliminarUn abrazo de Espíritu sin Nombre.