SIGÜENZA

   El viajero llega a la ciudad del Doncel. Castillo y catedral son las dos gemas engastadas en la gran joya que es Sigüenza, y de las dos la catedral es, al parecer del viajero, la que brilla con luz propia. Si su exterior con aspecto de fortaleza es de mirar(1), su interior es de admirar. Muy antigua, que no vieja, fue empezada su construcción en el siglo XII. Su impulsor, el obispo Bernardo de Agen, puso gran empeño en la obra, pero no lograría celebrar la eucaristía en el templo. Antes de quedar concluida la obra, el prelado falleció.



   Tampoco el viajero oirá misa allí, pero sí verá el templo con todo detalle. En el interior llega al crucero. Allí está la entrada al coro.  Entra a mirarlo de cerca. En madera de nogal lo hizo Rodrigo Alemán y entre las muchas tallas que tiene ve el escudo del cardenal Mendoza, que fue obispo de Sigüenza y personaje de mucha importancia en España. El viajero se apoya en un pequeño saliente en la parte inferior de uno de los escaños del coro. Se le llama "misericordia", queda al descubierto al batir hacia arriba la tabla del asiento y dejarlo apoyado sobre el respaldo, y su función era permitir que los canónigos más ancianos apoyasen sus posaderas, sin que se notara,  sobre este pequeño saliente en los momentos en los que era preceptivo permanecer de pie. El viajero sentado como si estuviera de pie agradece el descanso que se le brinda y sale del coro. Allí mismo, a un lado del crucero está la capilla de Santa Librada. El viajero se acerca a mirar porque sabe algo de esta santa y además la capilla merece atención.

   Fue esta santa patrona de la diócesis y se le tiene mucha devoción en Sigüenza. Sus restos llegaron a la villa de la mano de obispo Bernardo de Agen y hoy están guardados tras una reja que cierra la hornacina en la que hay una urna con sus cenizas. Son muchas las mujeres que invocan su favor ante un próximo parto, porque esta santa, hermana mayor de otras mártires, dice la tradición que actúo como madre de su hermanas pequeñas, y como madre es requerida por las gestantes para que las proteja durante el alumbramiento(2).

   Justo al otro lado del crucero está la capilla de santa Catalina y en ella el sepulcro del Doncel. Allí va el viajero, que encuentra la capilla cerrada y debe esperar la llegada del guía que abra la verja. Mientras, hace memoria de lo que sabe del Doncel: Martín Vázquez de Arce murió a los 25 años, en 1486, en la Acequia Gorda de la Vega de Granada. Y se le conoce como doncel gracias a escritores como Valle Inclán y Unamuno, que pusieron de relieve en los primeros años del siglo XX la no muy conocida figura, en alabastro, de un joven que, sin ser doncel, pues dejo viuda e hijos, ha pasado a la Historia como tal y que, estando muerto está representado como figura viva, recostado y leyendo un libro. Sus padres y muchos otros miembros de esta familia, todos representados por figuras yacentes, también están allí enterrados, porque hasta el siglo XIX fue usada esta capilla como panteón familiar.

   El viajero como un péndulo oscila entre uno y otro lado del crucero. Cerca de donde ya estuvo, al comienzo de la girola, se abre la ornamentada puerta de la sacristía. El viajero pasa al interior. Es conocida esta joya renacentista como la “sacristía de las cabezas”, porque de unas cuatrocientas de ellas esta cubierta la bóveda de la misma. Representan personajes corrientes de la época, que miran desde lo alto con sus ochocientos ojos lo que sucede entre casullas, patenas y corporales. El viajero observado por tantos ojos y habiendo visto lo que quería sale de la catedral, da un paseo por la plaza Mayor, mandada construir por el omnipresente cardenal Mendoza, llega a la Alameda y descansa un rato en uno de sus bancos. Leyó el viajero, no sabe donde, que el conde de Romanones, durante sus veraneos en la ciudad, reunía allí, en Consejo, a sus ministros mientras la guardia impedía a los vecinos, excesivamente curiosos, que se acercaran demasiado y llegaran a escuchar los secretos de Estado que el gabinete debatía. Ya repuesto y descansado busca, callejeando por calles que parecen de otro tiempo, donde  comer. Esta es buena tierra para ello.


(1) Al viajero le recuerda mucho su fachada a otra que vio: la Se de Lisboa tiene en su fachada el mismo aspecto de iglesia-castillo.

(2) Ya quedó escrito en “Mártires” cómo, de modo algo irreverente, pero sincero y popular, se le pide a la Santa el favor durante el parto: “ Santa Librada, santa Librada que sea tan grata la salida como la entrada.”
Safe Creative #1112100713595

28 comentarios :

  1. Caballeresco y melancólico era el Doncel y su fin en la Vega de Granada.

    Mis saludos.

    ResponderEliminar
  2. La fotografía es preciosa. Muy bueno el encuadre.
    Fue una pena no viera terminado su obra.

    Lo que no comprendo por que el viajero o me figuro que cualquier otro, no podía oír Misa.

    Muy Bueno el relato, que se lee con facilidad y esta vez se me ha hecho muy corto.

    ¿ Y donde fue el viajero a comer ?

    Saludos, manolo

    En tu comentario, me dices que crees recordar,que no pintaba mal. Seguro me has confundido con otro.
    Conn Miguel Angel o Murillo quizás ?

    ResponderEliminar
  3. Hace unos años que estuve en Siguenza, de paso, al regresar del Hayedo de Tejera Negra.
    Muy agradable tu paseo que me ha hecho recordar esas nobles joyas artísticas.

    Un abrazo, Dlt.

    ResponderEliminar
  4. Me traes recuerdos de la infancia y de la pubertad.
    Yo pasé dos veranos en Sigüenza interno en un colegio religioso por motivos que no vienen ahora al caso.
    Por la tarde íbamos de paseo a la alameda o a la piscina que estaba pasando el viejo castillo, hoy reconvertido en Parador. Los chicos nos escapábamos a fumar al amparo de los muros del castillo medio derruido. Hace no mucho volví para pasear por la ciudad y pegarme una señora cena en el Parador, en recuerdo de aquellos años de estudiante.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Conozco Sigüenza y la histria del Doncel. He ido mucho al Parador porque tengo amigos en Brihuega. Ooda Guadalajara es me es muy familiar. Algún cuadro de la vecina Atienza y semanas en Maranchón buscando fosiles hace más de 20 años cuando se podía:)Una ciudad con mucha historia qiue traes con mucho detalle.
    Bss

    ResponderEliminar
  6. Que tiempos los de Romanones, hoy siempre hay
    vocingleros y demagogos_tribuneros dicen los argentinos, no me digas que no hablan un español superior :)_ a sueldo para pregonar a los cuatro vientos cualquier cosa. No conozco Siguenza, se ve bonita. Habrá que ir detrás del viajero :)

    Muchos besos, dlt

    ResponderEliminar
  7. Tomo nota del lugar, pues como he viajado poco por España voy recogiendo datos por si se da la ocasión.
    Bonitas explicaciones del viajero.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  8. Para alguien que pasa todos los dias por Sigüenza y que, algunos días, apenas sin tiempo para hechar un vistazo a la catedral, le resulta reconfortante ver que, en para ciertos momentos y para ciertas personas Guadalajara también existe.
    Sigënza sitio espectacular de los que no hay muchos en España y una gran desconocida.
    Saludos desde Guadalajara

    ResponderEliminar
  9. Nunca estuve en Sigüenza, y es una pena que cuando vaya sea tarde para rezarle a Santa Librada.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Yo tampoco nunca he estado en Sigüenza, ni en Guadalajara, pero tengo ganas, quiero conocer esa belleza de la Catedral (si se parece a la Sé de Lisboa, es digna de mil fotos), ese doncel, y esos rincones medievales, que se hacen necesarios conocer con tu ameno relato. Abrazos.

    ResponderEliminar
  11. Me has hecho recordar un breve viaje en el que hice un recorrido visitando Medinaceli, Santa María de Huerta y Sigüenza. La sacristía de las cabezas y la capilla del Doncel es los que más recuerdo amén de un paseo por las calles de esta ciudad. Un saludo

    ResponderEliminar
  12. Hermosa y muy fría población que me encanta. La descripción es muy acertada, refleja esa atmósfera de otro tiempo que aún conserva. Por cierto, muy cerca de Sigüenza se pueden hacer buenas excursiones por la Hoz del río Dulce.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. infinitas gracias por regalarnos siempre bellos y mágicos lugares, besinos miles con todo mi cariño y admiración.

    ResponderEliminar
  14. Amigo, un gusto leerte, viajar contigo y conocer tantos recovecos y viejas y hermosas historias.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Sigüenza es una de las visitas que tengo pendientes... y he de reconocer, tras leer esta entrada, que tiene más de lo que ya me imaginaba.

    Saludos...

    ResponderEliminar
  16. No conozco Sigüenza, pero gracias a tu entrada he podido acercarme un poco a esta cateral y al Doncel.
    Muy bueno lo de Santa Librada.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. Qué bellísimo recorrido hemos hecho nuevamente junto a usted. Pero además de la belleza de sus descripciones me encantan esos detalles curiosos que nos descubre, como el de ese saliente llamado "misericordia" tan acertadamente :)

    Feliz día, monsieur

    Bisous

    ResponderEliminar
  18. ¡Ah amigo! me traes recuerdos inolvidables. Menudas juergas me he corrido en esa bellísima ciudad de Guadalajara. La catedral, la calle del cardenal Mendoza, que sube a la misma, la calle Mayor que sube al Parador Nacional, la judería.... Si vuelves por allá, no olvidesde tomarte un perdigacho que es un aliño de anchoa en un pincho... estupendo. Los parajes de los alrededores son de los más pintorescos de España. Buenísima entrada amigo valenciano. A ver si te pasas por Madrid y te conocemos.
    Saludos empedernido viajero.

    ResponderEliminar
  19. Por la imagen que has puesto puedo hacerme una idea de la catedral por fuera, y por lo bien que nos has paseado por el interior, me ha quedado el gusanillo para ir a conocerla.
    Un beso

    ResponderEliminar
  20. Que bonito paseo.Invita a pasarse por Siguenza. Un abrazo

    ResponderEliminar
  21. No he estado en Sigüenza (es una de mis asignaturas pendientes) pero creo que se puede ir en tren de cercanías desde Madrid (o si no de cercanías por lo menos un regional). Me gustaría poder contemplar al Doncel en su lectura eterna. Así me gustaría mí estar cuando desaparezca: dedicándome a la infinita lectura.
    Saludos

    ResponderEliminar
  22. Un paseo interesante y agradable. Una vez estuve en Sigüenza de paso un día de camino a Zaragoza.

    Me ha gustado mucho el relato. Relaja

    ResponderEliminar
  23. ¡Cuán grato y ameno paseo el que el viajero nos ha ofrecido hoy por ciudad tan hermosa como es Sigüenza! No una visita, sino muchas merece tan hermosa urbe. Y esa catedral que, como bien dices, Dlt, se alza robusta como una fortaleza a mí me recuerda también las de Tuy y Oporto, señoras del poder religioso y también el temporal de su época.
    Gran viaje, gran paseo y, es seguro, gran broche gastronómico final.
    Mil biquiños, amigo; es un placer leerte y releerte.

    ResponderEliminar
  24. Yo soy de los que conozco Sigüenza sólo de paso, o sea que peor: porque tengo muy claro lo que me pierdo y estoy deseando volver.
    En mi caso fue al revés: de la catedral casi solamente al Doncel y luego fui a comer al castillo, parador nacional. ¡Y doy fe que es un gran sitio para disfrutar la gastronomía!

    Un abrazo, dlt

    ResponderEliminar
  25. Cierto que impresiona esa catedral bastante al subir hacia ella, es una joya. He estado varias veces en Sigüenza, por carreteras de interior, vía Jadraque, es bonito el paseo desde mi pueblo, mejor que por la N-II y está relativamente cerca. Bonita esa provincia de Guadalajara e inmensa, con históricos pueblos.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  26. He estado en Sigüenza y es una ciudad increible por sus monumentos y sus calles.La catedral una maravilla.

    un fuerte abrazo

    fus

    ResponderEliminar
  27. Gran paseo, muy bien ilustrado, le hace creer a uno que esta el también allí. No conozco el sitio, pero ya lo anoto para algún otro momento.
    Te enlazo a mi blog y te sigo.
    Un Saludo.
    Uriel

    ResponderEliminar
  28. Según vas presentando tus viajes... siempre quedan ganas de ir de visita. Habrá que tener a Sigüenza en la retaguardia para ir de visita.
    Besos

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails