Muchas
veces a lo largo de los tiempos, los artistas han tratado de realizar sus obras
conforme a la naturaleza de las cosas y también de las personas; sin embargo
sus patrocinadores y clientes, otras tantas, han tratado de limitar su libertad
de hacer.
Es
difícil tomar partido por unos u otros en estas cuestiones de arte; si el
cliente que encarga una obra se obstina en determinadas condiciones puede
pensarse que su derecho sea bastante; pero en el arte quizás convenga ser más
flexible de lo que fueron los propietarios de algunas obras.
El Cristo blanco de Cellini expuesto en El Escorial está cubierto
con un paño. Un año después de que Benvenuto Cellini lo terminara, se cerraban las sesiones de Concilio de Trento. Ningún desnudo sería
desde entonces bien visto y la obra de Cellini, que los frailes del monasterio juzgaron indecorosa ante la visión íntegra de la anatomía del crucificado, fue
cubierta por un paño que aún perdura.
También
Miguel Ángel sufrió las presiones puritanas de Biaggio en su obra “El juicio
final”, en la Capilla
Sixtina del Vaticano; pero el genial Buonarroti, difícil de
doblegar, tomó venganza y puso al censor en el sitió que creyó le correspondía
(1).
Carlos
III, había llegado desde Nápoles. Fue un buen rey para España este Borbón, más
en el arte estuvo sujeto a los convencionalismos de la época. Convencido de la
obscenidad de la desnudez del cuerpo humano, ordenó que todas las pinturas de
palacio que pudieran llevar a pecaminosas miradas concupiscentes fueran
retocadas, cubriendo las carnes para una mejor salvación de la almas de quienes
las miraban. A Dios gracias ─porque Dios nada impone en el arte, es la mente de
algunos hombres─ Mengs, pintor de la
corte, desobedeció el mandato real.
Y
más cerca en el tiempo también hay casos: En la catedral de Valencia existe una
capilla, la de San Francisco de Borja, con cuadros de Goya. Uno de ellos es “La
muerte del impenitente” en el que se ve al agonizante, recostado en el lecho,
acosado por los demonios, y próximo a él San Francisco de Borja mostrándole un
crucifijo del que parten rayos, que no quieren ser otra cosa que la emanación
del perdón y la misericordia divina.
El agónico personaje semidesnudo, está cubierto con una sábana que cubre parte del cuerpo del endemoniado; y parece que así estuvo desde el principio, aunque haya, parece que infundadas, varias teorías que apuntan a que no siempre fue así. El historiador Francisco Tramoyeres, a comienzos del siglo XX, se hizo eco de la leyenda que afirmaba que don Francisco puso el cuerpo del moribundo en el lienzo, abandonado en el lecho, yéndosele la vida en la misma forma en la que uno llega a ella, que esto no gustó nada a los canónigos de
Sin
embargo el cuadro, pintado en 1788, es digno de atención sea cual sea la
hipótesis correcta, o incluso aunque ninguna de ellas sea cierta, ya que el
boceto del cuadro, que fue propiedad del duque de Osuna y hoy de la marquesa de
Santa Cruz también exhibe una sabana colocada sobre el impenitente retratado,
quizás contradiciendo cualquier fantástica suposición, ¿o no? Quién sabe.
(1)
En una esquina del mural, con cuerpo de demonio y…su propia cara. La historia
de esta “pequeña venganza” de Miguel Angel se puede leer en “El poder del pincel”.
Yo no se cuales eran las razones si por puritanismo o decoro. Y realmente me da igual. Se puede puede admirar un desnudo íntegro o si está tapado tampoco importa porque la imaginación hace maravillas.A mi lo que realmente me parece importante que no sea un pegote. Y han hecho verdaderos estragos en algunos cuadros.
ResponderEliminarBss y feliz semana
Es increíble que tuvieran que añadirse sabanitas y demás a los cuadros, y aún en época de Carlos III. Lo que me parece realmente genial fue la venganza de Miguel Angel poniendo al censor en su sitio y demostrando con ello, además, una buena dosis de sentido del humor.
ResponderEliminarBuenas noches, monsieur
Bisous
En el caso de Miguel Angel ya la cosa se pasa de castaño y me parece muy bien que le pusiera al diablo la cara del plasta de turno.
ResponderEliminarEl Arte:no tiene política,religión,ni sexo pero algunos personajes por llamarlos de alguna manera: se han encargado de que sí.
Un abrazo DLT.
La iglesia y la censura , incluso en el arte, pero esto llega hasta la actualidad, el puritanismo de la iglesia sigue intacto y si pudieran retocarían todos los cuadros religiosos donde aparece el desnudo, y cubrirían igualmente cualquier estatua.
ResponderEliminarUn saludo.
Buenos díass:
ResponderEliminar¿Puritanismo o decoro? Es un interesante debate, porque aunque a muchos nos parezca aberrante que una figura sea religiosa o no, esté tapada con un paño de pudor, también habrá quien lo defienda aludiendo a que los personajes representativos de los principales dogmas no pueden aparecer de cualquier manera.
No obstante, conviene no ser muy hipócrita al respecto, reconociendo que aún hoy mucha gente se escandaliza cuando ve un desnudo integral. Igual habría que empezar liberalizando esa mirada.
Muy interesante post. Un saludo.
Me parece aberrante poner pegotes a modo de censura en una pintura, pero lo más despreciable es el arte al servicio del poder. Creo que cuando el arte pierde su libertad para expresar, también pierde su esencia.
ResponderEliminarUn abrazo DLT.
Quizás ese ocultismo sea el primer acicate para el morbo. Todas las personas, hombre y mujeres, no tenemos más que mirarnos nuestra propia entrepierna para saber que se trata de algo natural.
ResponderEliminarRecuerdo unas palabras de Camilo José Cela con ocasión de aquellos años de destape generalizado. No reproduzco las palabras textuales, pues hablo de memoria, pero vino a decir que "el sarampión nos pasará a los españoles cuando caigamos en la cuenta que todas las mujeres tienen dos tetas, una a la derecha y otra a la izquierda. Naturalidad, eso es lo único que se precisa.
Un abrazo.
Lo que debería interesar es que el cuadro estuviera bien hecho. Lo otro son delicadezas.
ResponderEliminarIntersante hilo.
Un saludo.
Interesante, muy interesante este artículo sobre la censura religiosa en el arte, en concreto en los desnudos, que sufrieron maestros como Miguel Ángel o Cellini. Me ha gustado conocer la historia de esa sábana en el lienzo de Goya en la Catedral de Valencia, pues es una obra en la que no suele reparar uno, teniendo tantas el genio aragonés. Muy recomendable este artículo. Saludos cordiales.
ResponderEliminarLa verdad es que a veces eso suponía un claro inconveniente que coartaba la libertad del artista. Otras veces era la necesidad la que hacía cambiar de dirección una obra. La necesidad es muy mala.
ResponderEliminarUn saludo.
¡¡Que miedo se le ha tenido durante la historia al desnudo del cuerpo humano, tan bello que es,ver pecado y maldad donde solo hay belleza, es propio de mentes retorcidas y atormentadas, presas de sus propias limitaciones...
ResponderEliminarMuy interesante tu escrito, amigo, siempre es bueno pasar por aquí.
Un abrazo y feliz semana.
Buen dia DLT.
ResponderEliminarinteresante articulo que siempre dará para la polemica. En mi modesta opinion, diré que creo que en temas religiosos es prudente, razonable, coherente y hasta esperable el decoro.
Saludos, buen comienzo de semana.
Que lástima que la leyenda lo fuera esta vez porque está claro que era "ben trovato" Don Francisco jurando en cuántas lenguas vivas y muertas hubiere y pintando la sabanita de marras así, para que el tiempo la deshilvanara, vaya... Muchas veces, dlt, tengo la sensación de que en España nunca terminaremos de sacudirnos el polvo(con perdón) del concilio de Trento...
ResponderEliminarUn beso grande, grande
Los calzoneros siempre han disfrutado de mucho predicamento. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminar"Impúdico": deshonesto (RAE)
ResponderEliminarEl arte nunca ha sido impúdico en sí mismo. No hay mayor honestidad que reflejar la realidad del cuerpo humano -en este caso- . Lo impúdico comienza y termina en esas mentes "trentianas" que ven y van más allá de lo que los artistas y amantes del arte, ni se imaginan. Sábanas de grueso lino les ponía yo a sus mentes...
Interesantísima la entrada, Dlt.
Un abrazo.
Querido Dlt, ¡cuántísimo me ha gustado este artículo tuyo sobre estos "paños de pureza"! Si me lo permites, añadiré otro, obviamente romano, y también sobre una obra del gran Miguel Ángel; hay en la iglesia de Sta. María sopra Minerva, la única iglesia gótica de Roma, una escultura del maestro terminada en en 1521, un "Cristo Redentor", en origen desnudo y abrazando la cruz, situada en el lado izquierdo del altar mayor, situado de frente hacia los fieles. En él llama ahora la atención un añadido en excesivo dorado que destaca sobre la blancura del mármol; se trata de un "perizonium", "linteus" o lienzo de pureza que tapa púdicamente, desde el Barroco, las partes pudendas de la talla. El motivo de su presencia, según me contó hace años de buena tinta un romano de pro, se debía a que durante los actos litúrgicos la desnudez del Cristo... "distraía" en exceso la atención de las feligresas del culto de modo que en el mismo punto convergían todas las miradas. Y ya sabes, caro amico, "E se non è vero..."
ResponderEliminarMe ha encantado conocer de tu mano esos otros "discretos velos" que no conocía.
Mil biquiños.
Hola Marques.
ResponderEliminarMuy interesante que hayan decidido "cubrir las partes nobles", aunque no necesariamente el no verla no significaba no tener pensamientos lascivos ;D
Saludos Amigo. Que todo vaya bien
Sólo las mentes retorcidas pueden ver en el desnudo de una obra de arte algo más que una obra de arte.La censura puede llegar a limitar mucho la expresión libre del artista.
ResponderEliminarUn excelente articulo.
Saludos
Conocía algo de la historia del cuadro de Goya en la Catedral de Valencia "San Francisco de Borja asistiendo a un moribundo impenitente" pero no tenía ni idea de todos los detalles que tan bien nos cuentas. Me la guardo en mi archivo de favoritos.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Muy interesante artículo; ahora me queda la duda de cuanto arte habrán tapado y no lo sabemos, con esos tupidos velos.
ResponderEliminarSaludos.
No queda más que ir a hacer un visita a la catedral deValencia. Sea cualquiera de las conjeturas que explicas, no hay artista que pueda librarse de todas las convenciones sociales. Y si puede esquivarlas, siempre habrá alguien dispuesto a hacerlas cumplir.
ResponderEliminarSin sábana o con sábana es magnífico y merece la pena acercarse para disfrutar del cuadro, conservando en la memoria todas tus explicaciones.
Un abrazo
Me ha encantado esta entrada. Desconocía la obra de Goya, por cierto, que es realmente increible (con leyenda o sin ella). Cuántas polémicas y censuras ha generado algo tan natural como el cuerpo humano...
ResponderEliminarUn saludo.
Cuantos pensamientos absurdos.
ResponderEliminarMe permitiré dos pinceladas sobre este tema.
Recordáis lo que ocurrió, en un establecimiento de Cáceres dedicado a Bellas Artes, que un municipal hizo retirar una copia de La Maja Desnuda, de Goya de su escaparate por pornografía.
Y una orden de un Mandatario de capar las estatuas.
Saludos, manolo
La cantidad de censura que se ha tenido hacia el cuerpo humana por la manera de concebir ideas erróneas sobre la desnudez. Nos has puesto ejemplos de hace tiempo pero que en algunas mentes aún siguen presentes.
ResponderEliminarBesos
HOLA NO QUERIA PASAR SIN DEJAR DE SALUDARTE, NO HE ESTADO BIEN DE SALUD Y RECIÉN ESTOY COMENZANDO A ENTRAR EN LOS BLOGS, TE AGRADEZCO TU PRESENCIA EN MI RINCONCITO.
ResponderEliminarYA VENDRÉ A LEER SOBRE GOYA QUE ME APASIONA.
LAS ARTES SON MI VIDA.
BESOS
El cuadro Goya es más una muestra de gusto romántico por lo macabro y lo misterioso que una obra religiosa. Es impresionante.
ResponderEliminarConociendo la personalidad de Goya no es de extrañar el surgimiento de esa leyenda, propia de una persona inconformista, siempre el lucha contra los convencionalismos como fue el gran maestro aragonés. Con sábana o sin sábana la pintura sobrecoge por la cara del moribundo, su cuerpo exangüe y la presencia de esos monstruos tan goyescos.
ResponderEliminarUn saludo
Ha habido y sigue habiendo mucho puritanismo y no hace tanto tiempo de ello.
ResponderEliminarEl arte es arte, con sábana o sin ella.
Un abrazo.
Pues así es, sé que en un monasterio donde hay un retablo barroco precioso, las monjas cubrieron las partes desnudas de los ángeles con tela violeta, a lo que yo respondí muy enfadada, que lo que tenían no era pudor, sino ignorancia de lo que es el arte. Al llamarlas ignorantes, se armó un gran revuelo, que por poco me echan, pero al final, la belleza de esos ángeles, hoy está al desnuda, tal como el artista lo creó. Hay que saber mirar y tener una mente equilibrada para no caer en estupideces.
ResponderEliminarCon ternura
Sor.Cecilia
Creo recordar que leí por algún sitio que existían pintores especialistas en esto de cubrir las parte nobles que los artistas originales se negaban a cubrir
ResponderEliminarUn beso
Interesante artículo.
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