Comenzada
a construir según el proyecto del capitán de ingenieros don José San Gil,
aprobado por Real Orden de 19 de marzo de 1878, no estuvo sola al principio,
pero su compañera fue derruida en 1910 durante las obras para abrir el túnel
ferroviario de Canfranc.
La
torre, con varias dependencias interiores distribuidas entre sus tres plantas,
destinada a albergar una pequeña guarnición de veinticinco soldados, y un patio
interior, estaba rodeada por un foso defensivo, con puente levadizo en su
entrada, que aún se conserva.
Varias
filas de aspilleras se abren entre los sillares con los que está construida la
torre, destinadas al propósito defensivo para el que fue levantada, defender el
paso a la altura de Canfranc, de una hipotética invasión francesa, que nunca se
produjo; pero quizás la mayor batalla que la peculiar torre tuvo que afrontar
sucedió hacia 1990 cuando con ocasión de la ampliación de la carretera que pasa
a sus pies, se pensó en desmontarla y, piedra a piedra, reconstruirla en Jaca.
La oposición del pueblo de Canfranc logró impedirlo y hoy, restaurada y
esplendorosa, se halla abierta al público y es testimonio de otros tiempos.
Sí, esplendorosa. CanFranc veo te tuvo un objetivo parejo al castillo de San Fernando/Sant Ferràn, al lado de FIgueres. Repeler una invasión francesa, y ambos, anclados en el tiempo nunca entraron en combate.
ResponderEliminarA pesar de ello, me embelesan estas construcciones defensivas. Quizá sea la ilusión de la seguridad, el pensar que en su interior nada malo puede pasarte. Además, esta de CanFranc es especialmente bella.
Saludos.
¿Se ha borrado mi comentario anterior? Hablaré con el señor Google, a ver que pasa. Decía que esta construcción de CanFranc es especialmente bonita. Y como la fortaleza de San Ferràn-San Fernando en Figueres, esperaron en vano el ataque del vecino de arriba sin entrar jamás en combate.
ResponderEliminarLas construcciones defensivas me producen la sensación de que nada malo me puede ocurrir en su interior. Es la ilusión de la seguridad.
Saludos.
Se ve espectacular. Bien por el pueblo de Canfranc que pudo conservar su torre original.
ResponderEliminarUn abrazo. Dlt.
Qué de monumentos se han perdido por desidia y dejadez; éste luce esplendoroso gracias a las gentes del pueblo, y a la conservación por parte de las autoridades, claro.
ResponderEliminarQué edificios más hermosos se hacían antes, ahora, en pos de la funcionalidad o vete tú a saber por qué, los construyen todos como si de una prisión se tratase.
Un abrazo Dlt.
Hay que agradecer al pueblo de Canfranc su lucha por conservar su patrimonio, que es el de todos, de ese modo podemos admirarla en su lugar de origen. Preciosa torre.
ResponderEliminarSaludos
Una chulada de torre. Luce bien.
ResponderEliminarUn saludo.
Afortunadamente que no se perdió!.
ResponderEliminarEl paisaje debe de ser muy bonito desde la torre misma, ya se puede apreciar en tu toma.
Un abrazo.
¿Por qué llevarla a otro lugar? Debe permanecer donde se construyó. En Zamora se trasladó piedra a piedra una iglesia de estilo visigodo, para no quedar inundada por un embalse, pero en este caso no hay esa disculpa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Preservar el patrimonio histórico para que las tradiciones, monumentos y elementos de la historia sean la herencia de futuras generaciones en cualquier país del mundo.
ResponderEliminarUn abrazo
Es preciosa. Menos mal que no se la llevaron a otro lugar. Se conservaría el monumento pero no su entorno. Menos mal que ya se tiene conciencia de valorar un poco más el patrimonio.
ResponderEliminarUn abrazo
Huesca es conocida por su rotunda arquitectura militar de frontera, pero la que nos propones tiene el añadido de su estética medievalista que la hace atractiva. Muy buena noticia el que hoy esté activa en lo cultural, la hayan recuperado y que nos la muestres.
ResponderEliminarPreciosa y espectacular.
ResponderEliminarSiempre me ha producido tristeza ver las obras de arte desubicadas. Pierden gran parte de su esencia y totalmente su sentido.
Un abrazo.
Antes las cosas aparte de funcionales, algunas veces, quedaban muy muy bonitas. No como ahora que no suelen ser funcionales ni bonitas...
ResponderEliminarSaludos
No es lo suyo pero, el que se la quisieran llevar a Jaca, hubiera sido un mal menor. Lo malo hubiera sido que apareciera otro portento, con otro tunecito.
ResponderEliminarAsí le va al Patrimonio Arquitectónico en este país, y ahora con los recortes, no te digo nada.
Un fuerte abrazo.
Historicista torre que supo mantenerse en su posición con uñas y dientes, defensiva y recia, ante los embates de los medios de transporte; primero, el ferrocarril y luego la carretera. Sus mejores defensores: los vecinos de Canfranc. Yo estaría orgullosa.
ResponderEliminarUn saludo