Salinas de Añana, pequeño pueblo alavés, no es conocido por sí mismo; pero sus salinas explotadas desde tiempo inmemorial le prestaron nombre y le dieron riqueza, y constituye uno de esos parajes cuyo aspecto se debe a la mano
del hombre. Documentadas desde el siglo IX, se sabe que ya los romanos las
explotaron, usando un sistema de terrazas similar al actual. Están formadas por
una sucesión casi interminable de pequeñas balsas, llamadas eras, construidas
sobre terrazas artificiales, formando pisos que se sustentan sobre columnas de
madera, siguiendo la pendiente que imponen los cerros hasta cubrirlos totalmente
con dichas construcciones.
En el momento de mayor esplendor su número alcanzó las cinco mil, que eran rellenadas con el caudal de varios manantiales de agua salada muy próxima a la saturación. Los excesivos costes y la competencia de las salinas costeras supuso su abandono hacía la mitad del siglo XX. Hoy, y desde hace unos pocos años, tras varios lustros de abandono, recuperan su esplendor y son objeto de explotación comercial y curiosidad turística.
Sí que son curiosas estas salinas con ese complicado "andamiaje".
ResponderEliminarEn la carretera que lleva de Córdoba a mi pueblo hay unas salinas pero nada que ver con éstas, son totalmente llanas y unas veces se ven las montañas de sal a la derecha, otras a la izquierda, otras más allá y otras más "pacá". Son como yo digo "salinas móviles", aunque el motivo de esta movilidad se me escapa, supongo que no será mero capricho.
Un abrazo Dlt.
Muy curiosas estas salinas y dignas de ser visitadas como tal curiosidad. No me caen lejanas y espero poder contemplarlas en alguna ocasión. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarPues me alegro que recuperen su esplendor, aunque sea en parte por el turismo, debe de ser un lugar curioso de visitar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué sería lo que no explotaron los romanos, que hasta volvieron la tierra del revés buscando en ella. Curioso paisaje el que nos muestra hoy con estas salinas. Nunca se sabe a dónde nos llevará usted la próxima vez!
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
Interesante estructura, unas salinas explotadas de una forma muy laboriosa.
ResponderEliminarUn saludo.
Celebro que los alaveses hayan recuperado algo tan peculiar y desconocido para mí.
ResponderEliminarComo estaré cerca de Añana es posible que me acerque este verano.
Saludos.
Hola Marques:
ResponderEliminarCuriosa imagen de las salinas. En Venezuela hay unas cuantas, pero no son de esta forma. Todo ese andamiaje no lo relaciono con las salinas.
Saludos Que todo vaya bien
Lugar impresionante que asombra tanto por su historia como por la belleza de ese blanco salino deslumbrante. Sabía de su existencia pero no me he acercado entre otras cosas porque busco la playa durante el verano y Álava queda un poquito lejos.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por la información. Desconocía por completo su existencia. Un lugar curioso a juzgar por tu explicación y por la foto. Me encantaría curiosear por ahí.
ResponderEliminarBss y buena semana
A pesar de tu detallada descripción, no entendía muy bien todo ese tinglado de estructuras de madera y he tenido que pasarme por la página de Vallesalado.
ResponderEliminarMuy interesante lo que hoy nos das a conocer. Lástima no haberlo sabído antes para poder visitar estas salinas. La semana pasada he estado muy cerca de allí.
Salud(os)
¡Interesante escapada! Tomo nota para ampliar mi culturilla viajera, gracias caballero andante.
ResponderEliminarUn cordial saludo.